Diputadas emplazan a los ministerios de Seguridad y Justicia por avance del narcotráfico en las cárceles: Exigen acciones concretas

Las parlamentarias Sofía Cid y Catalina del Real alertaron sobre el aumento del 50% en la incautación de drogas en recintos penitenciarios y advirtieron que el Estado está perdiendo el control frente al crimen organizado.

Las diputadas del Partido Republicano, Sofía Cid y Catalina del Real, entregaron un firme respaldo al “Plan Cancerbero” presentado por José Antonio Kast, iniciativa que busca recuperar el control de las cárceles y desmantelar las redes criminales que operan desde su interior. Ambas coincidieron en que el alza del 50% en las incautaciones de drogas dentro de los penales es una señal alarmante que exige medidas radicales.

La legisladora por Atacama, Sofía Cid, subrayó que la situación no puede seguir normalizándose. “El narcotráfico se tomó las cárceles y el Estado está perdiendo el control. Un aumento del 50% en incautaciones no es un éxito, es una señal de alerta. Necesitamos medidas concretas: escáneres en todos los penales, bloqueo de señal, inteligencia carcelaria y más apoyo a Gendarmería. No podemos seguir permitiendo que las bandas operen desde dentro”, advirtió.

En tanto, la diputada Catalina del Real sostuvo que el fenómeno evidencia una falla estructural en el sistema penitenciario. “La sobrepoblación y la falta de control han convertido a nuestras cárceles en verdaderas escuelas del delito. El Plan Cancerbero apunta a aislar a los líderes criminales y cortar cualquier vínculo con el exterior, y esa es la única manera de recuperar el poder del Estado sobre sus prisiones”, afirmó.

Del Real agregó que las cifras de incautaciones revelan un problema más profundo. “Cuando la droga circula con tanta facilidad en un espacio supuestamente controlado, significa que las bandas han penetrado cada capa del sistema. Aquí no sirven los parches ni las medias tintas; se requieren cambios estructurales, más tecnología y una Gendarmería fortalecida para cerrarles el paso al crimen organizado”, concluyó.

Por su parte, Javiera Rodríguez, Magíster en Políticas Públicas UC y diplomada en desarrollo institucional en la UA, expresó que “una cárcel que obedece al narco no es cárcel: es sucursal del crimen. Si las bandas pueden ordenar secuestros y homicidios desde su celda, entonces, no están cumpliendo condena, están dirigiendo operaciones. El Plan Cancerbero no es opcional: es la última barrera antes de que el país entero se convierta en su patio de recreo”.

Segundos después, Rodríguez añadió que “no se trata solo de incautar más droga, sino de cerrar la llave de raíz: aislar a los líderes, cortar sus comunicaciones y convertir cada penal en un territorio impenetrable para el crimen. O recuperamos las cárceles hoy, o mañana las cárceles serán el nuevo Palacio de Gobierno del narco”.