Día de la Discapacidad: las leyes existen; lo que falta son liderazgos valientes

Señor Director:

En el Día Internacional de la Discapacidad se repite una idea equivocada: que las leyes en Chile “no sirven”, que la Ley de Autismo “no funciona” o “no tiene recursos”, o que falta nueva legislación para que la inclusión sea real. Sin embargo, después de años trabajando en políticas de discapacidad (y de recorrer el territorio como candidata) puedo afirmar con convicción que el problema no es la falta de leyes, sino la ausencia de liderazgos valientes en las instituciones llamadas a cumplirlas.

La Ley 20.422, promulgada en 2010, ya estableció accesibilidad, ajustes razonables y derechos fundamentales para personas con discapacidad.
La Ley de Inclusión Educacional, junto con el PIE, la SEP y otros fondos, lleva más de una década entregando recursos específicos para inclusión.
La Ley de Autismo agregó, estándares claros, obligaciones y sanciones, y además financiamiento para implementar en salud.

Las leyes existen. Los presupuestos existen. La pregunta es: ¿quién está liderando su cumplimiento?

En terreno vi algo que no podemos seguir normalizando: familias que viven discriminación evidente, pero que no denuncian porque sienten que “no pasará nada”. Ese temor (no las leyes) es lo que perpetúa las malas prácticas. Porque sin denuncias no hay sanción, y sin sanción la discriminación se repite.

Pero también vi colegios con recursos que eligen comprar implementación deportiva y no capacitar a sus funcionarios, municipios que no priorizan accesibilidad, y servicios públicos que actúan con equipos mínimos frente a una demanda gigantesca.
En todas esas decisiones hay una constante: liderazgos que optan por no incomodar, no fiscalizar y no transformar.

Durante la campaña, escuché propuestas de candidatos que ofrecían soluciones mágicas: diagnósticos inmediatos, programas inexistentes o atribuciones parlamentarias que no existen. Esas promesas fáciles solo alimentan una ilusión peligrosa: creer que la inclusión se resuelve con anuncios, no con gestión.

La verdad es otra:

la inclusión depende del liderazgo de quienes dirigen establecimientos, servicios, ministerios y municipios.
Depende de cómo priorizan sus recursos, de si exigen formación, de si enfrentan prácticas discriminatorias, de si están dispuestos a incomodar a su propia institución para cumplir la ley.

En este Día de la Discapacidad, no necesitamos más discursos ni nuevas normativas.
Necesitamos líderes que se atrevan a implementar las leyes que ya están, que fiscalicen con firmeza y que pongan la inclusión en el centro, no en el último ítem del presupuesto.

Porque sí: las leyes existen.
Lo que falta (y es urgente decirlo)  son liderazgos capaces de hacerlas cumplir.

Loreto Kemp
Directora Ejecutiva Planeta inclusivo y activista por la inclusión.