Estrategias hídricas

Señor Director:

Vivimos tiempos muy críticos en cuanto al futuro de nuestros recursos hídricos, para lo cual es fundamental que el próximo gobierno comprenda muy bien cómo abordar el problema. Al respecto, he estado evaluando las estrategias de gestión del agua de cada candidato a la presidencia. En general, las propuestas presidenciales sobre gestión hídrica presentan una importante falencia estructural: la ausencia de una estrategia científica y técnica robusta que permita anticipar, con base empírica, los impactos del cambio climático y las actividades humanas sobre la disponibilidad futura del recurso. Aunque la mayoría de los programas enfatiza la infraestructura (embalses, desaladoras o planes de emergencia), pocos abordan la necesidad urgente de destinar fondos públicos y privados a la investigación aplicada y al desarrollo de modelos integrados de gestión hídrica, algo que ya se está haciendo en otros países de la región. Estos modelos son esenciales para predecir qué cuencas se quedarán sin agua bajo distintos escenarios climáticos, de uso de suelo y de desarrollo productivo (involucrando también temas como eficiencia hídrica, tratamiento y reutilización de aguas residuales, educación, importación de agua, etc.), permitiendo así priorizar inversiones, ajustar normativas y prevenir conflictos socioambientales (en hidrología, lo recomendable es siempre identificar y solucionar los problemas antes que se presenten). Sin una base de conocimiento territorial sólida y sistemas de modelación que integren hidrología, clima, ecología y economía, cualquier política hídrica propuesta corre el riesgo de ser reactiva y fragmentada, perpetuando la crisis del agua en lugar de resolverla de manera sostenible.

Desde ya, todo el apoyo de los hidrólogos nacionales en esta nueva y crucial etapa que se avecina, la cual se viene, según las predicciones, con problemas de escasez.
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Pablo A. Garcia-Chevesich, Ph. D.
Hidrólogo