Santiago (larazon.cl) – La Universidad de Chile y su hinchada viven un momento histórico. Tras más de una década de intervención y procesos judiciales, la Corporación de Fútbol Profesional de la Universidad de Chile (CORFUCH) ha sido oficialmente reactivada como entidad jurídica, marcando un hito en la lucha de los socios por devolverle al club su carácter democrático y participativo.
El pasado 18 de julio, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos emitió la resolución que declara a CORFUCH como una entidad plenamente habilitada para operar, luego de que en 2019 se declarara el sobreseimiento definitivo de su quiebra. Con esta medida, la corporación podrá retomar su vida institucional y organizar un proceso electoral que permitirá a sus socios elegir nuevas autoridades, recuperando así su voz dentro de la estructura del club.
«Volveremos a ser club»
La noticia fue celebrada con entusiasmo por los hinchas de la “U”, quienes han mantenido viva la consigna de «volveremos a ser club» durante los años en que el equipo ha estado bajo la administración de la concesionaria Azul Azul S.A., sociedad que asumió el control del fútbol profesional en 2007 tras la intervención judicial.
“Este es un momento de orgullo y esperanza para todos quienes llevamos a la U en el corazón”, señaló Raúl Farfán, presidente interino de la CORFUCH. Por su parte, el secretario general Reinardo Gajewski destacó que el camino ha sido complejo, pero que la reactivación permitirá a la corporación retomar su rol histórico en la comunidad universitaria y deportiva.
Democracia Azul: ¿Qué cambia y qué sigue igual?
Si bien CORFUCH recupera su personalidad jurídica y la posibilidad de convocar a elecciones internas, la gestión del equipo profesional seguirá en manos de Azul Azul S.A., debido al contrato de concesión vigente. Sin embargo, la reactivación abre un espacio para fortalecer la participación de socios y socias en la toma de decisiones institucionales, algo largamente anhelado por la comunidad azul.
Este paso es visto como el inicio de un proceso que podría, en el futuro, propiciar un modelo de gestión más alineado con los valores de la Universidad de Chile, combinando las exigencias del fútbol moderno con la esencia social, cultural y democrática que siempre ha caracterizado a la U.
El desafío: reconstruir la institucionalidad
El desafío inmediato será organizar el proceso electoral que devolverá la representatividad a la CORFUCH. Para ello, se deberá actualizar el padrón de socios activos y establecer los mecanismos que permitan una elección transparente y participativa.
“Este no es el fin de la lucha, sino el inicio de un camino para reconstruir la institucionalidad azul”, afirmó Farfán, subrayando que la reactivación de la CORFUCH es una oportunidad para que el club retome su identidad histórica.
Mientras Azul Azul sigue administrando el equipo en el ámbito deportivo, los hinchas comienzan a celebrar este primer gran paso hacia la recuperación de un club que, más allá de los éxitos y fracasos en la cancha, sigue siendo un símbolo de comunidad, resistencia y arraigo social.