A más de diez años de su publicación, el Papa Francisco nos regaló un documento valioso para nuestro tiempo y las próximas generaciones. Hoy, más que nunca, su legado se hace presente en nuestras vidas. La encíclica Laudato Si’ nos muestra el llamado de urgencia que realizó el Santo Padre a la humanidad para proteger nuestro planeta, la “Casa Común”, como la llama tan paternalmente.
Francisco nos habló de la profunda crisis ecológica y ambiental que vivimos, y que pareciera no ser de nuestra responsabilidad, sino solo de quienes gobiernan las naciones y los destinos del mundo. Su reflexión está centrada en la justicia social, porque el descuido ambiental alguien lo paga, siendo estos los más pobres entre los pobres, quienes sufren los efectos de nuestros actos poco responsables sobre el cuidado del planeta, y que se basan en una cultura del descarte y del consumismo material.
Francisco enfatiza la importancia del cuidado de los recursos naturales. Nos habla del uso de energías renovables, justas y sostenibles; nos habla sobre el cuidado del agua como un recurso esencial para la vida. El derecho al agua potable es una cuestión de justicia social, fundamental para el desarrollo humano. Por ello, la escasez y la contaminación no solo son un desafío para la ciencia y la tecnología, sino también un castigo para los más pobres, estancando su desarrollo y marginándolos a una vida de carencia material y espiritual.
Por esto, el llamado que hizo el Santo Padre es fundamental para el cuidado del medioambiente, ya que nos proporciona una visión integral de conceptos como la ecología y el medioambiente, conectando la crisis ambiental con la justicia social y la responsabilidad ética que todos tenemos como seres humanos. Nos llama a un cambio de mentalidad, a pasar del diagnóstico a la acción para proteger nuestra Casa Común, porque no tenemos otro planeta Tierra al que mudarnos. Cuidar nuestro hogar no solo es una preocupación, sino una tarea urgente a la que podemos contribuir desde nuestras instituciones, a través de la educación y formación, no solo en las aulas, sino también en nuestras familias y comunidades.
Ahora que se releva la importancia del medioambiente y su cuidado, con grandes mensajes de nuestras autoridades y líderes sobre proteger la naturaleza y sus bondades, resuena aún más fuerte el mensaje del Papa Francisco y su urgente llamado a cuidar nuestra Casa Común.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE LA RAZÓN
Robinson Sáez – Director Centro Regional de Estudios Ambientales UCSC.