¿Qué diferencia hay entre la altura y la amplitud de una ola de tsunami?

El académico UCSC y experto en tsunamis, Dr. Rafael Aránguiz, explicó cómo se mide el comportamiento del mar frente a un evento de esta magnitud y por qué olas aparentemente pequeñas pueden tener efectos relevantes en la costa.

Frente a la reciente alerta por tsunami en las costas chilenas, conceptos como “altura de ola” o “amplitud del tsunami” se vuelven clave para comprender los posibles impactos. Según explicó el Dr. Rafael Aránguiz, académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), estos términos, aunque similares, se refieren a fenómenos distintos y ayudan a interpretar correctamente los datos entregados por las autoridades.

“La amplitud del tsunami se mide en el mar y corresponde al aumento del nivel del mar sobre su estado normal. En cambio, la altura de inundación se mide en tierra, y se refiere al punto más alto que alcanza el agua sobre el nivel del mar”, explicó el académico. Es decir, una ola con una amplitud de 1 metro no necesariamente inundará un metro en la costa, lo que dependerá de la topografía y la energía que traiga la ola al tocar tierra.

El Dr. Aránguiz, quien es doctor en Ingeniería de la Universidad de Waseda, Japón, precisó que un tsunami puede parecer menor al observar la amplitud registrada en mareógrafos, por ejemplo, 20 o 30 centímetros, pero eso no significa que no tenga efectos relevantes. “Incluso un tsunami de uno o dos metros va a ser relativamente pequeño en términos de inundación, pero puede generar una gran perturbación en el mar, especialmente en puertos, embarcaciones y operaciones costeras”, advirtió.

Este fenómeno se vuelve aún más complejo al considerar que, a diferencia de las olas de viento, que duran entre 15 y 20 segundos, las ondas de un tsunami pueden tener periodos de hasta 90 minutos. “El tsunami es como una gran crecida que dura mucho tiempo. No rompe como una ola normal. En lugares como la bahía de Concepción se han medido periodos de hasta 90 minutos entre una onda y otra”, señaló.

Además, aclaró que la gran altura que muchas veces se reporta en eventos extremos no corresponde al tamaño de una ola aislada. “En el tsunami del 2010, en Constitución se midió una altura de inundación máxima de 29 metros, pero eso no significa que una ola de 29 metros rompió en la costa. Es el punto más alto hasta donde llegó el agua, muchas veces en zonas elevadas o acantilados, donde la energía del tsunami se transforma en energía potencial”, explicó.

En este sentido, el académico de la UCSC reiteró la importancia de interpretar correctamente estos conceptos y no dejarse llevar por la aparente calma del mar. “El hecho de que el mar no se recoja no significa que no venga un tsunami. Hay lugares donde la primera onda llega sin previo aviso visual. Por eso es fundamental no acercarse a la línea de costa y seguir las indicaciones oficiales”, concluyó el Dr. Aranguiz.