¡Ni blanca ni pura, fue centro de tortura!
Otro 21 de Mayo, fecha más bien conocida como el día de las “glorias navales”.
Un día en que para muchos, se conmemora una gesta heroica, pero para otros se revive el dolor de aquellos años donde sus familiares fueron torturados, asesinados y desaparecidos por funcionarios de la armada…la misma que este mes marcha nuevamente de cara a la ciudadanía frente al monumento de Prat, Riquelme, Aldea, Serrano y el marinero desconocido. Por televisión sendos programas en vivo muestran a todo el país la ceremonia de la Armada, a los pies de un monumento cuya primera piedra fue colocada el 18 de septiembre de 1885 y financiado por una colecta del pueblo de Chile.
Prat y muchos de sus hombres vienen a nuestra memoria cada mes de mayo, reavivando la sensación de patriotismo y adoración a la bandera. Muchos medios de comunicación masivos, propiedad de empresarios de derecha aprovechan esta instancia para enquistar en la gente la idea de una armada gloriosa y limpia…sin embargo el pasado negro y sombrío de asesinatos en masa de ciudadanos civiles en sus instalaciones, incluso de sus propios camaradas los persiguen.
La historia siempre condena y muchos se preguntan por que a pesar de los años, todavía no dan vuelta la pagina y siguen recordando aquellos años de horror de la dictadura?.. la respuesta es muy simple.. por la hipocresía propia de nuestra cultura pacata…por el manto de impunidad y la falta de verdadera justicia con quienes cometieron los crímenes, que hasta el día de hoy se pasean libremente por las calles de Chile.
Me pregunto… que hubiera pensado Arturo Prat en su condición de abogado por lo que hicieron sus camaradas de armas contra civiles indefensos sobre su emblemático buque Esmeralda?… Seguramente se le hubiera caído la cara de vergüenza.. y hubiera defendido la dignidad y los derechos humanos de aquellos civiles que estaban siendo vulnerados por sus propios camaradas. Por eso Prat es motivo de orgullo para el pueblo de Chile!, por su integridad, su valor, su alta moral, su vocación social y de servicio y su apego a las causas justas y humanitarias.
Oficiales que en tiempos de la dictadura civil militar de Pinochet y al mando del desquiciado Almirante José Toribio Merino, mancharon con sangre el honor de la Armada al cometer semejantes asesinatos y con ello la dulce dama blanca para la gran mayoría de los chilenos dejo de ser blanca y pura.
En muchos países del mundo, cuando se acerca la llegada del buque escuela a puertos extranjeros, la servil prensa chilena aprovecha el momentoy lo utiliza como actos de reconocimiento a la Armada chilena y al patriotismo, lo que no te muestra la TV de Chile y que si lo hace la prensa local en esos países, es el recibimiento de delegaciones de centenares de chilenos y hermanos de países vecinos que se acercan a manifestarse dignamente para recordares a los marineros chilenos, que navegan en un barco que en su cubierta se cometieron violaciones a mujeres y niños y los mas graves crímenes de lesa humanidad.
La herida aun esta abierta y seguirá dividiendo al país, entre quienes hipócrita y cobardemente se mantienen firmes en ocultar e incluso negar la verdad y la responsabilidad jurídica que les compete por los crímenes cometidos y quienes todavía después de mas de 50 años aun esperan justicia para sus familiares asesinados y desaparecidos.
A pesar de todos los gestos de reconciliación para la galería de comandantes en jefe y altos oficiales, la herida seguirá abierta y dolorosamente supurante mientras no exista verdadera voluntad de entregar la ubicación de los cuerpos, contar la verdad y dar a la justicia los nombres de quienes participaron de esos operativos criminales.
El buque Lebu, propiedad de la Compañía de Transporte Marítimo Cía. Sudamericana de Vapores, de propiedad del empresario de ultra derecha Ricardo Claro, fue cedido a la Armada el 15 de septiembre de 1973, para reemplazar al buque Maipo (también propiedad de Ricardo Claro), que había zarpado con rumbo al campo de concentración de Pisagua trasportando civiles presos políticos. Ricardo Claro, el mismo empresario dueño del canal de TV Megavision, VTR, El Diario Financiero y Elecmetal de la época, que con su dinero en muchas ocasiones, pagaba los sueldos de los agentes de la Dina dirigida por el Manuel Contreras y la posterior CNI dirigida por Álvaro Corvalàn. Claro murió hace años en total impunidad.
Según un informe de la Cruz Roja Internacional después de su visita a buque Lebu el 1º de octubre de 1973, confirmó las condiciones de tortura y secuestro de mas de 324 presos políticos, los cuales permanecían al interior del buque incomunicados, hacinados en las frías bodegas del barco, con comida insuficiente, en condiciones sanitarias insalubres y en general, en indignas condiciones de detención.
El buque Lebu pasó también a manos de la marina y al igual que los vuelos de la muerte perpetrados por el Comando de Aviación del Ejercito como parte de la Operación Cóndor, no sólo fueron arrojados los cuerpos al mar desde helicópteros, como está comprobado en investigaciones del Juez Juan Guzmán Tapia, sino que también fueron lanzados desde la cubierta de barcos cuya ejecución se le atribuye a la Armada por instrucciones de su alto mando.
Otro de los barcos convertido en centro de tortura y asesinatos fue el Destructor transporte Orella APD-27, buque norteamericano, comprado por el gobierno de Chile en 1967. En 1973 fue utilizado como centro de detención y transporte de presos políticos. En 1984 fue reclasificado como Pontón. A este barco también se le atribuyen la tortura y violación de decenas de mujeres y detenidos, que en su momento era comandado por quien llegara a ser Comandante en Jefe de la armada y posteriormente ex senador de la UDI por la Quinta Regiòn, Jorge Arancibia.
Algunos de los nombres de Altos oficiales criminales y cómplices que aparecen citados en el Informe Retigg son : El Capitán Benavides, el Coronel Larraín, el Capitán de Navío Ricardo Riesco, el Teniente Primero Ricardo Monje Mohr.
Este ultimo, Ricardo Monje Mohr luego de pedir su baja en el año 77 por “perdida de motivación”, fue contratado con un millonario sueldo como jefe de seguridad en ENAP Magallanes. Previo a eso, entre el año 73 y el 75 siendo Teniente de la Armada, estaba a cargo de los comandos que salían todas las tardes y noches en un convoy de varios camiones y camionetas, a allanar todas las poblaciones de Valparaíso y Viña del Mar para traer detenidos y torturarlos en las dependencias de la Armada.
Con el tiempo, también fueron conocidos otros oficiales sometidos a proceso por el Ministro Jaime Arancibia de la Corte de Apelaciones de Valparaíso : Fernando Raimundo Moreno Prieto, Ricardo Gustavo Arévalo Cabrera y Hugo Germán Valencia Díaz, como autores de los delitos de detención ilegal y secuestro. Le siguen el Teniente Luis Rebolledo (Infantería de Marina); Teniente Guillermo Morera (Infantería de Marina); Teniente Rafael Yussef (Infantería de Marina), el Doctor Muñoz (urólogo del ex Hospital Deformes), un sacerdote de apellido García perteneciente a la Congregación de Los Sagrados Corazones y el Teniente Arturo Samith Aasman, encargado del fuerte Miller de la Infantería de Marina en Las Salinas en Viña del Mar, apodado como el sanguinario.
También aparece en cientos de declaraciones el Remolcador Kiwi, de propiedad del Consorcio Marítimo Chileno Ultramar de propiedad de la familia de empresarios Von Apeen, en cual habría servido para el traslado de “paquetes”, o sea cuerpos amortajados amarrados con alambre a trozos de riel de ferrocarril. Dicho remolcador recibía numerosos camiones en el muelle de San Antonio con cadáveres provenientes desde la Pesquera Arauco, para luego ser arrojados al mar a la altura del faro de San Antonio. Posterior a esto la familia Von Appen hizo desaparecer rápidamente el barco, enviándolo a Perú y cambiando su nombre de Kiwi al Brujo.
Fue el propio ex maquinista del remolcador, Manuel Miño quien antes de morir entrego una declaración y la información de que el destino los enfrentó a tener que oler la muerte en los sacos que se cargaban a bordo.
Ni blanca ni pura, la Armada de Chile hasta hoy carga con un lastre criminal por su participación en los crímenes de la dictadura. Un lastre del que ya es imposible desentenderse o intentar lavar la imagen o simplemente zafar intentando manipular mediáticamente a la población utilizando la prensa empresarial.
Lugares por todos conocidos como centros de tortura y detención con responsabilidad de la Armada son el Cuartel Silva Palma en la Base Aeronaval El Belloto, El Cuartel Borgoño en Talcahuano al mando del capitán I.M. Luis Kohler Herrera, el Campo de Concentración en Isla Dawson, El Campo de Prisioneros en Colliguay denominado Isla Riesco; El Centro de Detenciones de Puchuncaví denominado Melinka, el Centro de Detención de Ritoque, La Base Naval de Talcahuano, el Centro de Detención Isla Quiriquina en Talcahuano, El Fuerte Rondizzoni, La Isla Mocha, La Isla Santa María, la Capitanía de Puerto de Chañaral, la Academia de Guerra Naval de Chile, la Comandancia Naval de Valparaìso, el Fuerte Vergara del Destacamento de Infantería de Marina Valparaìso, etc
No todos los marinos fueron participes del golpe de estado civil militar ni estuvieron de acuerdo, los que se opusieron fueron investigados por el Servicio de Inteligencia Naval (SIN), sacados de las filas o juzgados por tribunales militares como desertores y traición a la patria.. algunos de ellos asesinados por sus propios compañeros de armas.
Hasta el día de hoy y a días de dejar la Comandancia, el Comandante en jefe de la Armada Juan Andrés de la Maza recibe cartas y solicitudes de ex marineros que lo instan a decir la verdad, a romper el pacto de silencio y a entregar la información de la que se dispone, ellos son los Ex marinos defensores del régimen democrático y contrarios al golpe de Estado: Bernardo Flores Valdebenito Mro.1º /Luis Ayala Herrera Mro.1º/ Carlos García Herrera Mro.1º/ Mariano Ramírez Ramírez cabo 1º / Jaime Salazar Jeldres Mro.1º/ Maximiliano Domínguez Moreno Cabo 1º / José Jara Troncoso Cabo 2º / Oscar Carvajal Gallardo Mro.1º/ José Velásquez Muñoz Mro.1º / Sergio Fuentes Paredes Mro.1º / Juan Segovia Arrué Mro.1º/ Rodolfo Claros Córdova Mro.1º / Luis Aguirre Rojas Mro.2º / Roberto Fuentes Fuentes Mro.1º / Luis Rojo Gaete Mro.1º / Tomas Alonso Molinet Mro.1º / Luis Jorquera Silva Cabo 2º / Víctor Martínez Cangana Operario 3º.
Tengo las mas absoluta convicción de que el Capitán Arturo Prat Chacòn, validado e idolatrado internacionalmente, por vocación jurídica, jamas habría traicionado la ley ni la Constitución de la República… por convicción ética y moral, jamas habría apuntado un arma contra el pueblo de Chile y seguramente por oponerse al horror del golpe militar, hubiese sido juzgado por traición a la patria o como desertor… seguramente hoy estaría también en la lista de los detenidos desaparecidos.
Eran otros tiempos que difícilmente volverán…. donde la ética, la reputación, el valor, la pulcritud y el honor a toda prueba rondaban por los pasillos de las escuelas de formación…un tiempo en donde se respetaban los códigos aun en tiempos de guerra y el Almirante Grau del Perú, dio testimonio y prueba de ello a Chile… un tiempo en el cual sus principales comandantes y oficiales daban el ejemplo y se ganaban el reconocimiento y el genuino respeto de todos sus subalternos!
Que la estatua del Almirante Merino, permanezca aún en la Escuela Naval, no solo es un insulto, si no una provocación para todos quienes sufrieron los crímenes de la dictadura y también para las familias que aún no encuentran justicia por sus muertos y desaparecidos.
Seguramente al Capitán Prat en estos tiempos de miseria, impunidad y cobardía, se le caería la cara de vergüenza!
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE LA RAZÓN
Roberto Montoya – Psicoterapèuta Clínico, Miembro de la Asociación de Hipnoterapèutas de España, Defensor de los Derechos Humanos. Coordinador internacional Fundación Diario La Razón.