Exmaestra estadounidense tiene sexo con un menor y lo hace conducir un coche por estar demasiado ebria

Jessica Lawson, de 36 años, deberá pasar un mínimo de dos años en prisión y 20 años alejada del adolescente que agredió.

Una exprofesora de secundaria, del condado estadounidense de Fremont (estado de Idaho), fue sentenciada la semana pasada por tener sexo con un adolescente, informaron medios locales.

Jessica Lawson, de 36 años, deberá pasar un mínimo de dos años y un máximo de 20 en prisión. Además, será registrada en la lista de delincuentes sexuales y deberá asistir a tratamiento para este tipo de individuos cuando obtenga libertad provisional. Así lo determinó el juez de distrito, Stephen Dunn.

En agosto, Lawson se había declarado culpable de dos cargos de agresión sexual grave a un menor como parte de un acuerdo de culpabilidad. Inicialmente había sido acusada de dos cargos de violación grave, uno por suministro de una sustancia controlada y otro más por proveer alcohol a un menor, que finalmente fueron retirados.

Los hechos

Según documentos judiciales, en la mañana del 6 de noviembre de 2023, la Policía detuvo un vehículo, registrado a nombre de Lawson, por tener una luz trasera rota. Durante la inspección descubrieron que al volante iba un joven de 16 años y ella como copiloto. El menor le aseguró a los oficiales que la mujer le había permitido conducir «porque estaba demasiado borracha» para hacerlo ella misma.

Según contó el adolescente a sus padres, Lawson lo había recogido en su casa en la noche del día anterior y lo había llevado a su casa, donde tomaron alcohol, fumaron marihuana y tuvieron relaciones sexuales. Lawson, arrestada más tarde esa semana, había admitió haber recogido al chico en su casa, llevarlo a la suya y haber ingerido con él alcohol. Dijo que tenía marihuana en su casa, pero que no le había proporcionado dicha droga y además negó que «hubiera ocurrido algo más».

Jessica, quien enseñó en la escuela secundaria South Fremont desde agosto de 2021 hasta junio de 2023, se disculpó con la víctima y su familia. Afirmó además que una relación abusiva que vivió a los 15 años fue el «catalizador» de sus crímenes. Como parte de su pena, también se le prohibió tener contacto durante 20 años con el adolescente en cuestión.

Entretanto, el padre del muchacho reveló que había sido adoptado unos días antes de que saliera a la luz el crimen y que estuvo viviendo en hogares de acogida, donde carecía de figuras paternas que le enseñaran a diferenciar entre el bien y el mal. «Nunca ha sabido lo que es tener una madre y un padre […]. A mi hijo le va a llevar mucho tiempo sanar y ni siquiera conoce las heridas que tiene todavía. No va a entender esas heridas hasta que sea padre», afirmó.

Los padres del joven creen que el caso se manejó bajo un criterio de doble moral y que se habría optado por un castigo mucho más severo si el acusado hubiese sido un hombre y la víctima una mujer. «No hay un doble rasero. Los estándares son los mismos. Una persona menor de edad no tiene la capacidad legal para consentir este tipo de comportamiento. La responsabilidad recae totalmente sobre el acusado», argumentó Dunn.

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