Científicos estudiaron unos entierros encontrados en Crimea y concluyeron que pertenecen a los jázaros, un pueblo nómada que habitaba vastos territorios del sur de la actual Rusia a inicios del Medioevo. Sin embargo, no hay rastros suyos anteriores en Crimea, por lo que el descubrimiento es de gran importancia para la historia de la península.
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Los túmulos del siglo VIII, hallados en 2021 en los alrededores de la ciudad de Simferópol, en el centro de la península, pertenecían a la aristocracia jázara, constataron científicos del Instituto de Arqueología de Crimea de la Academia Rusa de las Ciencias. En su opinión, se trata de la primera prueba arqueológica de la presencia de la gran Jazaria de Crimea.
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Las fuentes escritas cuentan que en esa tumultuosa época, justo tras el paso de los hunos que destruyeron el Imperio romano de Occidente, Crimea había sido ocupada por los jázaros, que competían con el Imperio romano de Oriente (el Imperio bizantino) por el derecho a influir en la península.
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Sin embargo, hasta 2021 no había pruebas arqueológicas de ello. Historiadores y arqueólogos llevaban siglos buscando a Jazaria.
En el siglo VII, la tribu túrquica de los jázaros fundó el Kaganato de Jazaria, en el Cáucaso septentrional, entre los mares Negro y Caspio, donde, con el paso del tiempo, el judaísmo se convertiría en la religión oficial. En su momento de máximo esplendor, ellos y sus tributarios controlaban buena parte de lo que hoy es el sur de Rusia, Kazajistán occidental, este de Ucrania, el norte y una parte importante del sur del Cáucaso
Las excavaciones de 2021 mostraron que a mediados del siglo VIII, cuando los protobúlgaros vivían en aldeas y ciudades, en las estepas de Crimea vagaban los nómadas jázaros, incluyendo su aristocracia.
«Desgraciadamente, los túmulos funerarios medievales cercanos a las afueras de Simferópol han sido robados repetidamente desde el siglo XIII. Sin embargo, incluso los fragmentos conservados de armaduras y equipo ecuestre nos permiten hablar de la riqueza del inventario funerario. Basándonos en otros enterramientos excavados en el Volga y el Don, podemos imaginar cómo podría ser este inventario», declara a Sputnik Vadim Maiko, director del Instituto de Arqueología de Crimea de la Academia Rusa de las Ciencias.
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La estructura interior se construyó con piedra cincelada, cuyos afloramientos se encuentran en las proximidades. La piedra se unió con rollos de tierra, mortero de arcilla y tierra a granel. No se utilizó ningún mortero aglutinante especial. Sin embargo, la construcción, según los arqueólogos, resultó ser bastante resistente.
«Los resultados muestran que en las estepas de Crimea de mediados y tercer cuarto del siglo VIII vagaba la aristocracia jázara, que mantenía relaciones amistosas con la población local protobúlgara. (…) Hasta finales de la década de 860 mantuvieron relaciones amistosas con Bizancio«, explica Maiko.
Añade que los jázaros controlaban claramente la frontera jázaro-bizantina y se aseguraban de que las posesiones bizantinas no se extendieran demasiado lejos de las murallas de Quersoneso. Este fue el período de mayor prosperidad de Jazaria, bien conocido por los informes de los historiadores bizantinos, que no pudieron ser probados arqueológicamente. Dado que la aristocracia de más alto rango viajaba con un número significativo de guerreros, significa que el control de esta frontera era muy importante para el Estado jázaro, opinan los investigadores.
Cómo y por qué los altos mandos de los nómadas jázaros acabaron en Crimea entre mediados y el tercer cuarto del siglo VIII, tampoco lo han averiguado aún los científicos. Sin embargo, los cronistas bizantinos y árabes informan de una fuerte alianza política concluida entre Bizancio y Jazaria para combatir la expansión del Califato árabe en el segundo cuarto del siglo VIII.
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La excavación de túmulos cerca de Simferópol permite resolver varias tareas cruciales para la historia, señalan los investigadores. Ahora saben que la estepa de Crimea a mediados del siglo VIII no estaba vacía. Aquí se encontraba la clase alta nómada jázara, que controlaba la frontera jázaro-bizantina durante el periodo de mayor influencia de los jázaros en la península.