‘Crisis de seguridad’ radicaliza a la opinión pública en Chile

    • Una creciente percepción de inseguridad en Chile está orientando a la opinión pública hacia el respaldo de políticas de “mano dura” y una postura más fuerte frente a la migración, según revelan diversas encuestas realizadas en el país.
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      por Beatriz Vicent Fernández
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La percepción del aumento de la delincuencia alcanzó un récord histórico en 2022, situándose en el 90,6%, según la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC) publicada el 24 de noviembre. Este porcentaje es aún mayor en las regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá, las más afectadas por los delitos de mayor connotación social, que mezclan un alto nivel de denuncia y preocupación social,  como robos y lesiones, y los homicidios vinculados al crimen organizado.

Aunque la delincuencia común aumentó ligeramente en el país respecto al año 2021, las cifras siguen siendo menores que las registradas en los años previos a la pandemia del COVID-19, de acuerdo con los datos de victimización de la ENUSC.

Sin embargo, en 2022, Chile registró su mayor tasa histórica de homicidios consumados, alcanzando la cifra de 6,7 por cada 100.000 habitantes, lo que representó un aumento del 46% en comparación con 2021. En las regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá, esta tasa alcanzó niveles aún más elevados, con 17,1 y 13,4 por cada 100.000 habitantes, respect

ivamente. Además, la Región Metropolitana también superó la media nacional, con una tasa del 10,1.

Según datos del Ministerio Público, se estima que el 57% de los homicidios cometidos en el país están vinculados al crimen organizado. Este porcentaje también es significativamente mayor en las regiones de Arica y Parinacota (82%), el sector oriente de la Región Metropolitana (71%) y la Región de Tarapacá (70%).

Una creciente percepción de inseguridad en Chile está orientando a la opinión pública hacia el respaldo de políticas de “mano dura” y una postura más fuerte frente a la migración, según revelan diversas encuestas realizadas en el país.

La percepción del aumento de la delincuencia alcanzó un récord histórico en 2022, situándose en el 90,6%, según la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC) publicada el 24 de noviembre. Este porcentaje es aún mayor en las regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá, las más afectadas por los delitos de mayor connotación social, que mezclan un alto nivel de denuncia y preocupación social,  como robos y lesiones, y los homicidios vinculados al crimen organizado.

Aunque la delincuencia común aumentó ligeramente en el país respecto al año 2021, las cifras siguen siendo menores que las registradas en los años previos a la pandemia del COVID-19, de acuerdo con los datos de victimización de la ENUSC.

Sin embargo, en 2022, Chile registró su mayor tasa histórica de homicidios consumados, alcanzando la cifra de 6,7 por cada 100.000 habitantes, lo que representó un aumento del 46% en comparación con 2021. En las regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá, esta tasa alcanzó niveles aún más elevados, con 17,1 y 13,4 por cada 100.000 habitantes, respectivamente. Además, la Región Metropolitana también superó la media nacional, con una tasa del 10,1.

Según datos del Ministerio Público, se estima que el 57% de los homicidios cometidos en el país están vinculados al crimen organizado. Este porcentaje también es significativamente mayor en las regiones de Arica y Parinacota (82%), el sector oriente de la Región Metropolitana (71%) y la Región de Tarapacá (70%).

“Cuando un fenómeno no se conoce con toda su exactitud y hay episodios dramáticos que llaman la atención, como en este caso tipos de delitos que salen del común denominador, como más extorsiones o secuestros, llama mucho más la atención y genera más preocupación porque justamente tienes menos capacidad de delimitarlo”, explicó Olga Espinoza, investigadora del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y la Universidad de Chile, a InSight Crime. “No todos los extranjeros son parte de las organizaciones delictivas, a veces se genera una simplificación que no es real”, añadió.

Esta criminalización supone en muchos casos una doble victimización, ya que muchos migrantes han sido víctimas del Tren de Aragua, especializado en el tráfico de migrantes, la trata de personas y la extorsión.

Según la investigadora Medina González, la actividad criminal a la que se asocia a la población migrante es, sobre todo, el tráfico de drogas. Aunque ha aumentado la participación de extranjeros en actividades de crimen organizado en Chile,  el 70% de los imputados por homicidios vinculados a grupos delictivos organizados o pandillas en 2022 fueron ciudadanos chilenos, mientras que el 30% restante fueron imputados extranjeros, de acuerdo con el Ministerio Público.

“Los datos del Ministerio Público y de la Defensoría Penal Pública señalan que los extranjeros en Chile no cometen esos delitos en una proporción mayor a los nacionales”, sentenció la investigadora.