Con 51 votos en contra y 49 a favor, de los 60 que necesitaba, el Senado de EEUU le ha asestado un sablazo al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. El legislativo de EEUU rechazó el proyecto de ley que pretendía destinar más de 61.000 millones de dólares al régimen neonazi de Kiev en ayudas, que de esta manera ha naufragado.
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Le bajaron el pulgar
En un giro de guion esperado, al menos considerando algunas exigencias republicanas de los últimos tiempos e ignoradas por los demócratas para seguir extendiendo un cheque casi en blanco para Zelenski, ocurrió lo más temido, no solo para EEUU, sino para Europa y demás sucedáneos.
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La caótica reunión clasificada previa entre los senadores, celebrada entre gritos en la víspera de la votación, ya enseñaba el derrotero por el que transcurriría la resolución final. Una reunión, dicho sea de paso, en la que participaría vía virtual el propio Zelenski, argumentando sobre las ventajas y necesidad de contar con esos emolumentos. Pero misteriosamente, por cosas de la vida, Zelenski «no pudo asistir» porque «algo sucedió en el último minuto», según zanjó el líder de la mayoría demócrata, Chuck Schumer.
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«Evidentemente, lo que sucedió a último momento fue que sabían que iban a perder la votación, entonces iba a ser absurda una presentación online de Zelenski. Pero lo cierto es que Zelenski ya no tiene la receptividad que tenía al principio, no solamente en EEUU, sino en todos los países».