El gobierno chileno ha abierto un nuevo frente en la lucha contra el narcotráfico, incorporando enfoques sociales y culturales a la crisis de inseguridad del país, apuntando a mausoleos y funerales «narco».
por Gavin Voss
El 29 de septiembre, las autoridades demolieron un mausoleo del narco en Buin, una ciudad de la Región Metropolitana de Santiago. El mausoleo había sido erigido en honor a un miembro de una banda local de microtráfico que se suicidó en 2022.
El mausoleo de Buin fue la décima estructura de este tipo demolida en Santiago desde junio, según un comunicado de prensa del gobierno.
Los mausoleos del narco son comunes en Chile. Las autoridades han identificado al menos 30 estructuras en Santiago y decenas de otras en todo el país. Después de la muerte de los miembros de una banda criminal, otros miembros y familiares de los fallecidos a menudo erigen estructuras en parques y otros espacios públicos para honrar su memoria. Estos mausoleos suelen incluir murales y fotos entre otros objetos.
Las autoridades, sin embargo, consideran que los mausoleos son dañinos, alegando que honran la violencia y perpetúan la aceptación social de la actividad criminal. También sirven como puntos de referencia para algunas de las pandillas de Santiago, que utilizan las estructuras como puntos de encuentro y para delimitar territorios, dijo a InSight Crime Eduardo Gatica, jefe del ala antinarcóticos de la policía de investigación de Chile en el sur de Santiago.
La destrucción del mausoleo en Buin se produjo después de que el presidente chileno, Gabriel Boric, anunciara el 27 de septiembre una nueva legislación contra los funerales «narco» o de «alto riesgo».
La normativa, que el gobierno espera que se apruebe en el Congreso de manera expedita, estipula que los funerales de «alto riesgo» deben completarse dentro de las 24 horas posteriores a la muerte, y deben tener lugar exclusivamente en el cementerio donde se llevará a cabo el entierro. El gobierno aún no ha establecido el proceso por el cual se decidirán los niveles de riesgo de los funerales.
Al igual que los mausoleos de los narcos, los funerales de los narcos son una forma común en que los grupos criminales honran a los camaradas caídos. La práctica se popularizó en México, pero en Chile se han transformado en espectáculos públicos enormes y potencialmente peligrosos, con pandilleros armados que a menudo disparan armas indiscriminadamente al aire.
«Afectan la seguridad de los vecinos, que tienen que convivir con este tipo de manifestaciones culturales», le dijo a InSight Crime Ainhoa Vásquez, profesora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que estudia la narcocultura y la literatura.
Análisis de InSight Crime
Las autoridades chilenas están tratando de tomar medidas drásticas contra lo que consideran la glorificación del crimen mediante la recuperación de espacios públicos y el aumento de la inversión social.
El gobierno chileno ha enfatizado la importancia de invertir en plazas, parques y otras infraestructuras en los barrios afectados por las demoliciones de mausoleos del narco. Después de demoliciones previas en el área de Santiago, las autoridades anunciaron proyectos para renovar las aceras e instalar equipos de ejercicio y juegos infantiles donde alguna vez estuvieron los mausoleos.
A pesar de un caso en el que una pandilla se burló de Boric por las demoliciones, estas medidas contra los mausoleos han sido populares en las comunidades a las que afectan, dijeron tanto Vásquez como Gatica a InSight Crime.
«Parece ser muy efectivo a nivel simbólico. Es decir que hay otras formas de convivir que no son a través del narcotráfico», dijo Vásquez a InSight Crime.
«Pero el tema del narcotráfico es algo a nivel internacional que es muy difícil de detener», agregó.
Las medidas contra los mausoleos y funerales de narcos son una respuesta directa del gobierno a un fuerte deterioro en la percepción ciudadana de la seguridad en Chile en los últimos años. Una encuesta publicada por la firma de investigación de mercado Ipsos en mayo encontró que la violencia es el principal tema que preocupa a los chilenos, a pesar de los niveles históricamente bajos de violencia y criminalidad del país.
La caída de la seguridad ciudadana ha sido impulsada por el aumento del narcotráfico transnacional, así como por organizaciones criminales extranjeras como el Tren de Aragua. La violencia también ha empeorado. Los homicidios aumentaron un 32% de 2021 a 2022.
El aumento de la prevalencia de mausoleos y funerales de narcotraficantes es una consecuencia directa de esta mayor influencia de los grupos criminales transnacionales, dijeron tanto Vásquez como Gatica.
«Este es un fenómeno importado, no es chileno. Ha venido de Centroamérica en el transcurso de los últimos 10 a 15 años», dijo Gatica a InSight Crime.