De los 36 hospitales de la Franja de Gaza, 14 no funcionan, además de dos centros especializados, publicó el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, en la red social X.
«En la Franja de Gaza no funcionan 14 de los 36 hospitales y también dos centros especializados por escasez del combustible, destrucciones, ataques y la falta de la seguridad. Los hospitales que siguen abiertos experimentan sobrecargas, atienden a un 40% más de pacientes de lo normal», comunicó.
La OMS urge a garantizar el acceso estable de los habitantes de la Franja a la ayuda humanitaria, agregó Tedros.
Según el jefe de la OMS, la actual situación en Gaza es «indescriptible», con más de 21.000 personas heridas y más de 1,4 millones de desplazados. Los hospitales y las morgues están abarrotados, los médicos se ven obligados a realizar cirugías sin anestesia, subrayó Ghebreyesus.
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Añadió que también están saturadas las escuelas que sirven de refugios para múltiples familias que necesitan comida y agua, además, hay riesgo de brotes de infecciones por incumplimiento de las normas sanitarias.
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Asimismo, Ghebreyesus reportó que desde el 7 de octubre la OMS registró 218 ataques a las instalaciones médicas de la Franja de Gaza y Cisjordaniao. «Hasta la fecha, la OMS ha confirmado 237 ataques contra instalaciones médicas, incluidos 218 en los territorios palestinos ocupados y 19 en Israel», indicó.
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Desde el inicio de la escalada en curso, continuó, a un total de 23 hospitales de Gaza y el norte del enclave palestino se les ordenó evacuar a sus pacientes, algo que pondría sus vidas en riesgo. El ultimátum de desplazamiento de Israel deja a los pacientes y trabajadores sanitarios ante una situación sin salida, y en la mayoría de los casos ni siquiera tienen a dónde ir, denunció el jefe de la OMS.
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El pasado 7 de octubre, Hamás lanzó miles de cohetes desde la Franja de Gaza contra territorio israelí, un ataque sin precedentes y realizó una incursión armada en las zonas fronterizas del sur de Israel, por lo que el primer ministro del Estado judío, Benjamín Netanyahu, declaró que su país «está en guerra».
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Desde el 9 de octubre, Israel mantiene el enclave palestino sin provisiones básicas, a pesar de que el día 16 reinició el suministro de agua para el sur de Gaza, sector a donde se desplazan estos días cientos de miles de civiles bajo advertencia de que Tel Aviv concentraría sus fuerzas contra el norte de la Franja.
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Numerosos países han llamado a Israel y Hamás a detener las hostilidades y negociar un alto al fuego. También se multiplican las voces a favor de una solución de dos Estados como única vía posible para lograr una paz duradera en la región.