El expresidente Sebastián Piñera aprovechó varios de los últimos temas de la agenda pública para volver al ruedo y criticar al Gobierno de Gabriel Boric. En diálogo con Sputnik, el politólogo Rodrigo Silva explicó que si bien hay encuestas que le son favorables, disputas internas en la derecha chilena pueden acabar de dejarlo de lado.
.
El exjefe de Estado chileno Sebastián Piñera (2010-2014 y 2018-2022) rompió meses de silencio político al aparecer en el diario El Mercurio, donde criticó las medidas de movilización dispuestas por el Colegio de Profesores de Chile, para calificarlas de «un chantaje inaceptable».
.
El exmandatario afirmó que los niños y jóvenes chilenos «no tienen la culpa ni deben pagar las consecuencias de un Gobierno que llegó al poder a costa de promesas populistas que hoy no se pueden cumplir y de un Colegio de Profesores que se preocupa mucho de sus propios intereses y muy poco por mejorar la calidad de la educación en nuestro país», apuntando a la vez sus dardos en contra de su sucesor en La Moneda, sede del ejecutivo chileno.
.
«Seguramente Piñera busca incidir en la agenda, sobre todo porque en la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) incluso logra subir su aprobación a 38%», dijo el politólogo chileno Rodrigo Silva.
Silva sostuvo que el segundo Gobierno de Piñera (2018-2022) «terminó, en términos factuales, con el estallido social de octubre de 2019», dado que luego de eso «fue en el Congreso donde se tomaron las principales decisiones». Para el analista, y «a sabiendas de la personalidad de Piñera», el expresidente debe mantener «una sensación de disconformidad y de proyecto inconcluso».
El analista consideró además que el exmandatario «debe guardar algún nivel de resentimiento ante el actual oficialismo por la forma en que la oposición actuó en su Gobierno» y que lo condujo a afrontar tres acusaciones por responsabilidad en la represión de las protestas de 2019 y el manejo de la pandemia de COVID-19 en el año siguiente.
.
Por eso, Silva entiende que «ante un Gobierno que enfrenta situaciones de crisis como el de Boric, Piñera ve la oportunidad de irrumpir en el debate opinando esta semana sobre el paro en educación o la constitución, así como antes lo había hecho para emplazar al Gobierno por la agenda de seguridad social».
.
Aun así, el experto señaló que «las posibilidades de Piñera de volver a ejercer algún liderazgo importante en la derecha son limitadas», dado que si bien el exmandatario mantiene cierta trascendencia, «actualmente la derecha enfrenta otros desafíos, en los que resulta poco útil la figura del expresidente».
.
«La reaparición de Piñera en el debate público tiene ciertas motivaciones y oportunidades para incidir en la agenda política, pero sus posibilidades de ejercer un liderazgo importante en la derecha se ven limitadas por los desafíos internos que enfrenta su sector y el actual escenario político», sintetizó el politólogo chileno.
.
En ese sentido, el analista mencionó al partido Republicanos, liderado por el excandidato a presidente José Antonio Kast, como una facción con una postura más dura hacia el oficialismo que condiciona la relación de la derecha tradicional con el Gobierno.
.
«Si bien al inicio hubo cierta apertura al diálogo, han ido endureciendo sus posturas, seguramente para no quedar como la derecha débil al lado de Republicanos. Seguramente la disputa por el liderazgo en el sector y la búsqueda de candidato presidencial se dará en ese escenario y ahí Piñera, como representante del ‘viejo ciclo’ de la política, tiene poco que aportar», expresó.
.
De todos modos, los dichos del expresidente sobre el conflicto en la educación logró disparar el debate. El presidente del gremio docente chileno, Carlos Díaz, consideró que «lo insólito es que buena parte de las demandas del profesorado se originan en la pésima gestión educativa del Gobierno de Sebastián Piñera», en declaraciones a Radio Universidad de Chile.
.
El propio presidente Boric fue consultado por los dichos de Piñera, aunque intentó esquivar una polémica directa con él. «No tengo nada que decirle al presidente, me preocupa más la gente. Lo juzgará la historia, no nosotros», apuntó.