Los ‘borregos de Correa’ se toman la campaña electoral en Ecuador

El término ‘borrego’, utilizado en forma despectiva contra los seguidores de Rafael Correa, se convirtió en el foco de la nueva campaña del correísmo de cara a las elecciones. La analista Natali Becerra explicó que la acción apela al «voto duro» del sector y fue exitosa para posicionar a la candidata Luisa González.
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Decenas de imágenes de pequeños borregos generados mediante inteligencia artificial y caracterizados con uniformes, camisetas de fútbol e implementos de trabajo personalizados inundaron las redes sociales con las publicaciones de los seguidores del expresidente Rafael Correa (2007-2017).
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Las ilustraciones van acompañadas de hashtags como #MeeeeGusta y #LuisaPresidenta, como forma de posicionar el nombre de Luisa González, exasambleísta y candidata a la presidencia de la Ecuador en representación de Revolución Ciudadana, el partido liderado por Correa.
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Las imágenes de borregos lograron transformar un término despectivo utilizado por los opositores a Correa en un motivo de identificación y orgullo para los simpatizantes del correísmo. Las publicaciones además lograron volverse tendencia en redes como Twitter durante varias semanas en el marco de la campaña electoral hacia las elecciones extraordinarias de agosto.

La estratega en Comunicación Política ecuatoriana Natali Becerra destacó que uno de los desafíos que el correísmo debe afrontar en esta «campaña electoral corta» es lograr posicionar a Luisa González, una candidata que a pesar de ser exasambleista, no es del todo conocida por el electorado ecuatoriano.
«La campaña no apela al voto sino a subir el nivel de conocimiento de la candidata que es desconocida. Entonces, con esa pieza comunicacional, el objetivo era simplemente posicionar y crear conversación», destacó Becerra.
La experta explicó que, al mismo tiempo, la campaña apunta a «revertir el término peyorativo de ‘borrego'» que los opositores usan para referirse a los partidarios de Correa debido a que, según ellos, «siguen al líder ciegamente a todas partes». Con la adopción del borrego como mascota de Revolución Ciudadana, el término pasa a asociarse con una «identificación», afirmó.

«Esto va dirigido de una manera muy fuerte al voto duro del correísmo», subrayó Becerra a tiempo de añadir que la elección de una candidata poco conocida en el país hacía necesario «cohesionar al voto correísta» y evitar un posible «escepticismo» entre los votantes.
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Además de favorecer la pertenencia al movimiento, la difusión en redes «ayudó a crear conversaciones en torno a la candidata desconocida, apeló a subir el nivel de conocimiento y a crear conversaciones en torno a esta candidatura a través de hashtags, profundizó.

«Fue una campaña dirigida a crear conversación, polémica, que la oposición se levantara, respondiera. Y logró el objetivo de crear controversia y posicionamiento», agregó.
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Becerra señaló que las campañas comunicacionales en función de un objetivo electoral «cuentan con tres momentos». En este momento, el correísmo atraviesa el primero de esos, «la etapa del conocimiento». Después, indicó que «vendrán las etapas del posicionamiento de propuestas y luego vendrá el call to action, cerca de la elección, en una campaña super cortita».

Si bien la campaña de los borregos puede ser exitosa para este primer momento, también puede no serlo en el futuro si se quiere captar el voto no correísta. En esa etapa «van a tener que soltar este tipo de acción, que los estigmatiza. Eso vendrá en la segunda fase, donde el llamado al voto será muy distinto en la medida que se desarrolle la campaña».