A un mes del accidente que los dejó perdidos en la selva, los cuatro niños buscados por las autoridades parecen seguir teniendo estrategias para mantenerse a salvo. Hasta ahora, un refugio hecho con palos y ramas y restos de frutas permite imaginar la rutina de los niños.
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Tras completarse un mes de búsqueda de los niños desaparecidos en Guaviare, luego de que se accidentara la avioneta en la que viajaban, las Fuerzas Militares de Colombia encontraron nuevas pistas sobre su paradero. El Gobierno y quienes participan de la búsqueda aseguran que los niños podrían encontrarse con vida.
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La desaparición de cuatro niños indígenas de la comunidad huitoto en el interior de la selva amazónica sigue desconcertando a los equipos de rescate, integrados por militares e indígenas que se ofrecieron a colaborar en la tarea. Los menores son buscados desde el 1 de mayo, cuando se estrelló el avión el que viajaban junto a su madre, el piloto y el copiloto.
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Mientras ajustan los protocolos para dar hallar a los jóvenes de 13, nueve y cuatro años de edad, además de un bebé de un año, permanece la incógnita de cómo los infantes han logrado sobrevivir en la espesa selva del Guaviare, en la Amazonia colombiana.
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Si bien la forma en que que se mueven y sobreviven todavía es un misterio, algunos indicios hallados dan pistas sobre la manera en que los niños han logrado permanecer en buen estado.
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El 24 de mayo, la Aeronáutica Civil de Colombia anunció que se habían encontrado calzado, pañales usados, la tapa de un biberón y partes de un celular en el perímetro de la zona de búsqueda, a unos 500 metros del accidente. Por el estado de los elementos, las autoridades presumen que los menores habrían pasado por ese espacio entre el 3 y el 8 de mayo.
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Antes, las autoridades habían descubierto un refugio hecho de palos y ramas, lo que indicaría que lograron pasar la noche seguros antes de seguir moviéndose. Junto con el recinto protector hallaron una tijera y un biberón que pertenecía a la menor de los hermanos.
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La continua aparición de restos de fruta dio esperanza a los rescatistas, ya que da a entender que han sabido alimentarse para permanecer con vida.
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La abuela de los niños ha informado a la prensa colombiana que la mayor de los hermanos tendría habilidades para la supervivencia en la selva dado su conocimiento sobre los alimentos que podrían consumirse de la zona y aquellos que podrían ser dañinos.
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La información revelada por la abuela refuerza la hipótesis de las autoridades, que creen que los niños se han alimentado de frutos de la zona y se desplazan hacia el Río Apaporis.
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El mensaje de la abuela para hallar a los niños
Mientras tanto, el Ejército colombiano ha diversificado sus estrategias para encontrar a los niños con vida y utiliza reflectores y sonido que puedan guiar a los infantes hasta las autoridades. Los equipos de luz y perifoneo fueron distribuidos en zonas estratégicas de la selva y logran tener un alcance de hasta 500 metros y cuatro kilómetros, respectivamente.
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Las autoridades definieron reproducir un mensaje de la abuela de los menores que intenta calmarlos e indicarles que los están buscando, tanto en español como en su lengua nativa.
«Les pido un favor, que yo soy su abuelita Fátima, ustedes me entienden. Tienen que estar quietos. Los están buscando. Escuchen el micrófono, estén parados para que ellos los traigan. Si se sienten angustiados, solo mi Dios lo sabe», expresa el mensaje.
La Aeronáutica Civil confirmó el hallazgo de la avioneta Cessna 206 de matrícula HK 2803, que viajaba desde Araracuara hasta San José del Guaviare, y había sido reportada como desaparecida luego de 16 días de búsqueda. Horas más tarde, las autoridades confirmaron el deceso de los tres adultos que se transportaban en la aeronave e intensificaron la búsqueda de los cuatro menores extraviados.
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El presidente Gustavo Petro había celebrado el 17 de mayo que los niños fueron encontrados. Sin embargo, el mandatario rectificó la información que le fue proporcionada por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, pues no estaba confirmada.