Entrevista con Romina Ramos Rodríguez, candidata al Consejo Constitucional por Tarapacá: “Acepté este desafío porque Tarapacá merece vivir mejor”.

IQUIQUE – Romina Ramos Rodríguez, con una trayectoria también como feminista, proviene desde la academia y la investigación en las Ciencias Sociales; cuenta con un Magíster y un Doctorado en Ciencias Sociales por la Universidad del País Vasco, España. Es licenciada en Trabajo Social por la Universidad Arturo Prat y se ha desempeñado como académica en la misma casa de estudios desde el año 2013 hasta la fecha. Actualmente, es coordinadora del Doctorado en Estudios Transfronterizos y es académica e investigadora en el Instituto de Estudios Internacionales de la UNAP.

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MOTIVACIONES

Sobre las razones por las que aceptó entrar en esta competencia, señaló: “Acepté este desafío porque Tarapacá es una región que merece vivir mejor y creo es un imperativo que en el proyecto constitucional se puedan reflejar los anhelos de nuestra comunidad”.

Asume la candidatura “con seriedad, humildad y mucha responsabilidad. Porque escribiremos el futuro de Chile en términos de bases políticas fundamentales y esperamos que este nuevo momento constitucional le proponga a las y los tarapaqueños que ese vivir mejor, sea, por ejemplo, habitar en un espacio seguro para que hombres y mujeres puedan alcanzar su óptimo desarrollo humano”.

PERFIL DE ROMINA

Recién doctorada en el 2017, fue entrevistada en la UNAP ocasión en que se expresó como «una hija de la educación pública y creo que esta categoría define, en gran parte, lo que soy y lo que he defendido durante estos años». Recuerda que estudió en la Escuela D-250, en un pequeño cerro de Valparaíso «donde aprendí los más altos valores de la humanidad y que, sin duda, marcaron mi infancia».

Su madre, una mujer que salió adelante sola con sus dos hijos, «me enseñó que la responsabilidad y el esfuerzo era vital para conseguir los objetivos que me propusiera», señala.

Luego de egresar del Liceo Marítimo de Valparaíso, con 18 años, decide estudiar trabajo social en la Universidad Arturo Prat, «también de vocación pública», remarca la ahora candidata. Así llega a Iquique «con  una pequeña maleta y con miles de sueños por cumplir». Ya han pasado 16 años viviendo «en esta región que me ha dado educación, trabajo, amistades y familia que han sido mi sostén para estudiar, criar y trabajar y desarrollarme en cada objetivo que me he propuesto. Tengo 36 años y un hijo de 15 años que ha sido durante toda mi vida mi mayor motivación para salir adelante y construir nuestros anhelos».

Sobre lo que ha significado la UNAP  para ella, señala que «me ha permitido participar en la formación de cientos de estudiantes de la región. He vivido de cerca lo que implica el esfuerzo de las y los jóvenes y sus familias por cumplir sus anhelos y he dedicado mi vida a ello. Conozco sus realidades, conozco las brechas educativas que existen en Chile y por ello he defendido con fuerza la Universidad pública regional, deseo que nuestras y nuestros estudiantes y sus familias no deban endeudarse para salir de aquí e irse a otro lugar. Deseo que la UNAP sea la universidad del siglo XXI».

Dentro de su línea ideológica, dice que ha defendido con fuerza «el derecho que tenemos las mujeres a vivir una vida libre de violencia y a visibilizar las condiciones estructurales que hacen que las mujeres estemos en posiciones desventajas en diversos ámbitos». Y refuerza que cree que «el futuro se construye con los hombres de nuestro lado, pero para avanzar hacia una sociedad más igualitaria es necesario visibilizar que nosotras, por el solo hecho de ser mujer, hemos sido discriminadas e invisibles en diversos espacios, como por ejemplo, en los de toma de decisión». En ese contexto, asume el desafío electoral, «como una forma de reivindicar esos llamados que a esta altura son transversales a cualquier ideología política.

Romina Ramos Rodríguez: “Acepté este desafío porque Tarapacá es una región que merece vivir mejor y creo es un imperativo que en el proyecto constitucional se puedan reflejar los anhelos de nuestra comunidad”.

Añade que «la paridad, por ejemplo, llegó para quedarse y saludo estas y otras iniciativas que van encaminadas a disminuir las brechas existentes. Como científica he constatado estas diferencias que se han hecho aún más intensas en las regiones extremas como la nuestra. El desafío es grande pero tengo la esperanza y la convicción que nos permitirá superar esta constitución del 80 y avanzar hacia el desarrollo hacia una sociedad más justa».

Sobre la experiencia que ahora enfrenta, considera que es «desafiante para nosotras, para todos. La decisión de ponerme a disposición exige una responsabilidad mayor y me lo tomo con mucha seriedad. Desde la izquierda sabemos que es un proceso cuestionado sobre todo por sus bordes puesto que siempre hemos defendido ampliar los mecanismos democráticos, pero también somos conscientes que restarse no es el camino».

Por ello, desde el Frente Amplio «y la transversalidad de otros espacios políticos decidimos participar y aportar en la construcción de un Estado Social de Derechos. Una nueva constitución para las mayorías y ese es el mayor desafío, que la mayoría se vea representada. Esto es ampliar las bases comunicativas para la toma de decisión y yo, con humildad, me pongo al frente para enfrentar este proceso que responde a un esfuerzo más amplio también. Al calor de lo que exige hoy la ciudadanía. Transparencia, rigurosidad y mucho compromiso».

Lo que señala, es algo que «las comunidades lo exigen y esto es ineludible para la política que hoy se ve fuertemente cuestionada por sucesos históricos que han hecho que la sociedad no se vea necesariamente representada en ella. Debemos construir un ethos armónico entre la comunidad y el proceso que se viene y reconocer los desafíos que marcan la época a nivel regional».

En ese contexto, cree  que su sentido crítico «y mi capacidad de escucha pueden generar un puente, porque los puentes a veces separan, pero también unen. Yo apuesto por la unidad. Por la unidad entre este nuevo proceso constituyente y los anhelos de Tarapacá», concluye.

UNIDAD POR CHILE

Romina Ramos Rodríguez es parte del Pacto electoral Unidad Por Chile, que integran los partidos y movimientos de Apruebo Dignidad, más el Partido Socialista.

Apruebo dignidad lo conforman Partido Comunes, Partido Comunista, Convergencia Social, Revolución Democrática, Federación Regionalista Verde Social y Acción Humanista.