Esto es lo que necesitan Argentina, Paraguay y Uruguay para ser sede del Mundial 2030

Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay presentaron oficialmente su candidatura conjunta para convertirse en la sede del Mundial de la FIFA en 2030, cuando se cumplirán 100 años de la primera Copa del mundo que, además, se disputó en Uruguay.
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«Soñamos con volver a ser sede de esta copa en su centenario. Todos los sudamericanos tenemos mucha pasión, vivimos el fútbol de esa manera», declaró el 7 de febrero Claudio Chiqui Tapia, titular de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) durante la presentación.

Sin embargo, los países latinoamericanos se enfrentan a diversos obstáculos para conseguir su objetivo.
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En primer lugar, España, Portugal, Marruecos y Arabia Saudita también competirán para convertirse en sede de la copa de fútbol en el marco de su primer centenario. Incluso, existe la posibilidad de que Egipto y Grecia se sumen a la contienda por la candidatura, la cual se definirá en el 74º Congreso de la FIFA, que se llevará a cabo en 2024.
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Otro aspecto a considerar es que, en 2026, el Mundial se jugará en Estados Unidos, México y Canadá, por lo que la FIFA podría argumentar que la siguiente copa no se puede repetir en el continente americano, recoge el análisis de Bloomberg.
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Además, el secretario nacional de Deporte de Uruguay, Sebastián Bauza, apuntó que los países que desean ser anfitriones de la justa deportiva tienen que «superar las barreras que tenemos a nivel de Gobierno». A esto se suman las diferencias económicas y las dificultades de infraestructura y de conexión de dichas naciones.
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Con todo, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, apuntó que «sería una enorme alegría que, 100 años después, el Mundial vuelva a donde todo empezó: Suramérica». Sin embargo, precisó que la candidatura es de todo el continente, por lo que va a «proponer que nuestro país hermano Bolivia sea parte de este sueño«.

Además de Uruguay, Chile y Argentina han organizado el Mundial de 1962 y 1978.
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En caso de ser elegidos, los países suramericanos deberán resolver cuál recibirá más partidos en 2030, cuántos estadios tendrá a disposición cada uno de los anfitriones y si será necesario realizar obras para adaptarse a las disposiciones de la FIFA.