Columna de Solange Siegle Villarroel | Día Internacional de la Educación: Una buena instancia para reactivar la enseñanza chilena

De acuerdo con cifras del Ministerio de Educación (MINEDUC), más de 50 mil niños, niñas y adolescentes se desvincularon del sistema educativo entre 2021 y 2022, un 24% más que en 2019. 

Ante este escenario, es importante mencionar los esfuerzos que se han realizado para paliar los efectos educativos de la pandemia. En ese sentido, el lanzamiento del Plan de Reactivación Educativa presentado por el gobierno en conjunto con el MINEDUC focaliza en tres ámbitos claves que son: La asistencia y revinculación de los estudiantes excluidos del sistema; el fortalecimiento de aprendizajes y condiciones para la enseñanza; y la convivencia y salud mental, que pretenden mitigar y a su vez superar las consecuencias negativas de la no presencialidad durante 2 años.  Es importante señalar que, si bien se han realizado esfuerzos y acciones durante el 2022 para apoyar los estragos ocasionados por la pandemia, es fundamental continuar y fortalecer el trabajo, considerando las características de cada contexto educativo, de modo de implementar acciones específicas y establecer las alianzas adecuadas que permitan entregar los recursos y herramientas que se requieran.

Realizando un análisis de la propuesta y centrándonos específicamente en el eje de “Fortalecimiento de aprendizajes”, considerando además los resultados obtenidos en los estudios realizados por MINEDUC (2021) los cuales nos indican que la pandemia podría traer como efecto una pérdida de 0,3 a 0,9 años de escolaridad, es que se transforma en imperativo enfocar tanto los esfuerzos, recursos y estrategias curriculares y pedagógicas pertinentes, que permitan responder de manera  efectiva e integral a los efectos que la pandemia ha dejado en los aprendizajes, en cada uno de los niveles y modalidades educativas del sistema escolar.

Por su parte, la medida N°2 del plan: Estrategia para el rezago lector, cobra una gran relevancia, puesto que parte desde la premisa que las habilidades de lecto-escritura son fundamentales para el desarrollo integral de los y las estudiantes, porque son habilidades basales que permitirán el mejoramiento de los aprendizajes en otras áreas disciplinares. De esta manera, dichas habilidades deben ser potenciadas mediante el trabajo colaborativo e interdisciplinar que permita aunar esfuerzos para optimizar los recursos asociados en el proceso de enseñanza – aprendizaje.

El plan propone a grandes rasgos, convocar y capacitar a un número importante de tutores, impulsando la vinculación de la escuela con el medio para apoyar el aprendizaje de habilidades de lectura, escritura y comunicación de estudiantes con rezago en estas áreas. En este escenario, se vislumbra una excelente oportunidad para que nuestros  profesores en formación puedan realizar nuevamente un gran aporte a la educación de los niños y niñas del país, oportunidad que se traduce en la generación de aprendizajes bidireccionales que permitan mejorar la calidad de la educación desde la formación inicial de docentes hasta las aulas de educación básica chilena, tal como lo fue la experiencia de “Tutores para Chile” durante los momentos más álgidos de la pandemia.

LA OPINIÓN DE LA AUTORA NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE LA RAZÓN

Solange Siegle Villarroel – Académica de Educación Inicial Facultad de Educación Universidad San Sebastián.

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