- La más reciente mutación del virus que ha azotado a la humanidad en los últimos años ya está en Chile. Se trata de una subvariante de la cepa Omicrón, más contagiosa que su predecesora, y que fue bautizada como «Kraken», en referencia a la criatura marina mitológica. Especialistas de la U. de Chile afirman que estamos ante un peak de contagios, por lo que es necesario retomar las medidas de autocuidado implementadas en pandemia: evitar aglomeraciones, lavado frecuente de manos y/o uso de alcohol gel, usar mascarilla y restringir la vida social.
Las cifras oficiales dan cuenta de 120 personas hospitalizadas en Unidades de Cuidados Intensivos a lo largo del país. De acuerdo al informe más reciente del Ministerio de Salud (Minsal), 84 de ellas permanecen con apoyo de ventilación mecánica y cinco fallecieron por causas asociadas al COVID-19. La última jornada cerró con casi 4 mil contagios nuevos y una positividad de 14,6% a nivel nacional.
Estas preocupantes cifras, según informó el Minsal el viernes pasado, están asociadas a la llegada al país de la variante conocida como «Kraken», una subvariante de Omicron llamada BB.1.5 proveniente de Estados Unidos. La mutación, que lleva el nombre de la criatura marina gigante de la mitología nórdica, es altamente contagiosa y se suma a los anteriores sublinajes en circulación «Pesadilla» y «Perro del Infierno».
¿Debemos preocuparnos por las nuevas variantes? La Dra. Vivian Luchsinger, profesora del Programa de Virología del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, indica que «hay que ocuparse, más que preocuparse. Hay que estar atentos a la evolución de la situación», y detalla algunas de las precauciones que debemos tener en cuenta. «Como individuos, debemos recordar que aún estamos en epidemia, que hay mucho virus circulando con alto número de infectados nuevos diarios, más aun considerando que muchas personas no se realizan la detección aún con síntomas respiratorios. Es necesario usar mascarilla en lugares cerrados donde hay más personas, como transporte público, salas de trabajo u otros espacios cerrados, en especial si hay mucha gente», plantea.
Lo ideal es continuar con las medidas de autocuidado pandémicas: evitar aglomeraciones, lavado frecuente de manos y/o uso de alcohol gel. Es fundamental, además, que las personas con síntomas respiratorios usen mascarilla, eviten estar cerca de otras personas y, en lo posible, restringir el actuar social.
«Ahora, como país, debemos fortalecer la vigilancia genómica de variantes y subvariantes comunitarias, especialmente, en viajeros. Transmitir adecuadamente el riesgo a la población (actualmente no hay mensaje de riesgo, más bien el mensaje es de que no hay riesgo), aumentar búsqueda activa de casos, insistir en la conveniencia del uso de mascarilla desde autoridades sanitarias nacionales y vacunarse, completar refuerzos de vacunas», señala la académica.
La vacuna más reciente que se está aplicando en Chile es la bivalente, que une la cepa original (de Wuhan) y la variante Omicrón. Hasta el momento, esta ha sido indicada solo para un grupo determinado de la población: personas mayores de 60 años, inmunocomprometidos y personal de salud. «Las coberturas están muy bajas, la recomendación es vacunarse. La vacuna bivalente contiene también la variante Omicrón, que es más parecida a las subvariantes de Omicrón que están circulando ahora, por lo que refuerza la inmunidad», dice la Dra. Luchsinger.
Advierten alzas de contagios: Urge volver a la mascarilla
El aumento de los contagios también ha vuelto a poner en debate el uso de mascarillas, un elemento que en el último tiempo ha entrado en desuso por gran parte de la población, salvo en los centros de salud. Así lo indica Gabriel Cavada, académico, bioestadístico y epidemiólogo de la Escuela de Salud Pública (ESP) de la Universidad de Chile, quien cuestiona la decisión gubernamental de haber retirado la obligatoriedad de su uso en el transporte público o lugares con alta densidad de personas, lo que considera una decisión apresurada.
«Es una medida que sería bueno que se revirtiera, porque tenemos mucha circulación viral. Tan solo la semana antepasada ya se produjo el peak de contagio de esta ola de verano y fue del orden de los 30-31 mil contagios por semana y eso es bastante, comparable a lo que se registra, digamos, durante el invierno», señala el profesor Cavada.
Al respecto, advierte que al ser una variante altamente contagiosa, esta puede expandirse de forma rápida y masiva. «No hay evidencia de que generen enfermedades más graves, pero sí tienen una probabilidad de expansión altísima. Entre seis y nueve veces de lo que estábamos acostumbrados», estima el epidemiólogo.
Es por ello que Cavada llama a retomar el uso de mascarillas en espacios de alta aglomeración, como -por ejemplo- en el transporte público y en filas donde se hacen trámites. Para el académico, este mensaje debe ir acompañado, además, de una mayor visibilización por parte de las autoridades. «Lo que yo he extrañado durante toda la pandemia, no es ahora no más, que hay mucha ausencia por parte de las autoridades sanitarias de educar y mantener la comunicación de riesgo. Ahora prácticamente hay una ausencia al respecto y eso debería cambiar», concluye.