Todo el mundo se pregunta si la emergencia en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 fue un accidente o un sabotaje. El analista del Fondo Nacional de Seguridad Energética de Rusia Igor Yushkov comentó la situación, afirmando que ya no quedan dudas.
«Todo el mundo admite que fue un ataque terrorista. Alguien lo hizo explotar. Rusia no lo necesita. No es lógico culpar a Rusia. Entonces, ¿por qué íbamos a atacar el Nord Stream 2 si, según la versión europea, estamos intentando obligar a Europa a lanzarlo? No tiene sentido», comentó el analista.
Añadió que a Rusia le resultaba beneficioso mantener los gasoductos, ya que gastó dinero en construirlos.
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«Es una gran inversión. Para nosotros es realmente un tipo de conexión con Europa. No es beneficioso que lo destruyamos», declaró al añadir que el volumen de gas que sale ahora de los tres gasoductos en total, a los precios actuales en Europa, es de unos 2.000 millones de dólares. «Por lo tanto, es una pérdida económica», subrayó.
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El analista indicó que el sabotaje tampoco es beneficioso para Alemania.
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«Contaban que aunque ahora no funcionen [los gasoductos], se puede dejarlos parados, y si se produce un colapso energético siempre hay una opción para acordar urgentemente con Rusia en invierno y seguir obteniendo gas. Ahora esa opción desapareció», explicó Yushkov.
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Apuntó que esa situación beneficia más a EEUU, ya que así le corta a Europa los suministros rusos que llevaban 50 años.
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«A los europeos no les quedan más alternativas que aumentar sus compras de gas natural licuado (GNL), principalmente a Estados Unidos que ahora es el mayor proveedor de GNL. En este momento los precios suben, los estadounidenses también ganarán más, y a largo plazo, cuando terminen las nuevas plantas de licuefacción, el mercado europeo de gas estará listo. Eso será un mercado de ventas gigantesco. Han eliminado a su principal competidor, Rusia», enfatizó.
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En general, en la opinión de Yushkov, este ataque es una señal para los europeos de que «no creen que puedan llegar a un acuerdo con Rusia». Los organizadores de este sabotaje les privaron de esa posibilidad incluso teóricamente.
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El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, no descartó que los daños fueran un sabotaje. Calificó el incidente de «situación sin precedentes», por la que el Kremlin está «extremadamente preocupado».
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Además, las autoridades danesas y alemanas no descartaron que el Nord Stream haya sido dañado deliberadamente.
«Es demasiado pronto para llegar a las conclusiones, pero se trata de una situación de emergencia. Hay tres fugas, por lo que es difícil imaginar que pueda haber sido accidental», enfatizó la primera ministra danesa, Mette Fredriksen.