El gobernador del estado de Indiana, Eric Holcomb, llegó el 21 de agosto a Taiwán. Su visita es la tercera que políticos estadounidenses de alto rango realizan a la isla rebelde china en lo que va de agosto.
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«Aterricé en Taipéi dando comienzo a un viaje de desarrollo económico a Taiwán y Corea del Sur. Indiana alberga a 10 empresas taiwanesas y otras 12 de Corea del Sur. Esta semana marca mi segundo viaje a Corea del Sur como gobernador y estoy orgulloso de ser el primer gobernador que visita Taiwán desde antes de la pandemia», publicó Holcomb en su cuenta de Twitter.
I landed in Taipei to kick off an economic development trip in Taiwan & South Korea. Indiana's home to 10 Taiwanese & 12 South Korean businesses. This week marks my 2nd trip to South Korea as Governor & I'm proud to be the first governor to visit Taiwan since before the pandemic.
— Governor Eric Holcomb (@GovHolcomb) August 21, 2022
El gobernador, que milita en el Partido Republicano, agradeció al director general del departamento de Asuntos Norteamericanos de la Cancillería taiwanesa, Douglas Hsu, por «una cálida acogida». La visita del gobernador de Indiana a Taiwán es la tercera que políticos estadounidenses de alto rango realizan a la isla rebelde en lo que va de agosto.
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La presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi visitó la isla a principios de este mes desafiando las reiteradas advertencias por parte de Pekín. Aquella visita duró menos de 24 horas, pero fue la del mayor nivel en los últimos 25 años y la primera desde 1997 que incluyó a un titular de la Cámara.
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Le siguió, el 14 y el 15 de agosto, una delegación de congresistas estadounidenses con el senador Ed Markey al frente. Hicieron escala en Taiwán en el marco de una gira por el Indo-Pacífico. La Casa Blanca se distanció del controvertido viaje de Pelosi a Taiwán, alegando que la presidenta de la Cámara de Representantes toma sus propias decisiones.
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No obstante, China respondió con un amplio ejercicio militar que incluyó fuego real de largo alcance en seis zonas adyacentes a la isla rebelde, y una batería de restricciones económicas a proveedores taiwaneses.
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También suspendió la cooperación con EEUU sobre repatriación de inmigrantes ilegales, asistencia legal en materia criminal, lucha contra delincuencia transnacional, narcotráfico, así como las conversaciones sobre el cambio climático y una serie de consultas bilaterales al nivel de jefes militares.