La ketamina domina el mercado de drogas sintéticas en Chile

La circulación de ketamina se disparó en Chile con un crecimiento de las importaciones del alucinógeno desde países vecinos por parte de traficantes nacionales y extranjeros, una muestra del mayor rol de esta sustancia en el pujante mercado de drogas sintéticas en Chile.
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Por Henry Shuldiner
Socio Informativo – InSight Crime
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El 20 de junio, el periódico boliviano El Deber informó cómo la megabanda de Venezuela el Tren de Aragua es uno de esos grupos que han diversificado su operación de las drogas tradicionales para coercionar a los migrantes, e introducir botellas de ketamina desde Perú y Bolivia a Chile.

Unos días antes, la Policía Investigativa de Chile anunció en un comunicado de prensa que en el marco de su política «Microtráfico Cero» se había hecho interdicción de 220 kilos de ketamina entre enero y mayo de 2022, más que cualquier otra sustancia ilícita, incluida la marihuana.

Algunos medios de comunicación han citado cifras ligeramente distintas, tal vez debido a las diferencias entre organismos, pero coinciden en que los decomisos de este año ya superaron el récord de 125 kilos de ketamina confiscados en 2021, según el informe de 2021 del Observatorio del Narcotráfico de Chile.

La mayor parte de los decomisos ocurren en los puntos de aduanas en el norte, declara el informe. Las interdicciones recientes notables incluyen la captura en abril de 2022 de una pareja venezolana que llevaba 11 kilos de ketamina en la región fronteriza de Tarapacá y en marzo de 2022, cuando los agentes fronterizos chilenos de la provincia de Arica incautaron más de 19 kilos de ketamina a venezolanos.

Por lo general, la sustancia se transporta en forma líquida como una solución incolora que se ve exactamente como el agua. A su llegada, los traficantes evaporan el líquido y quedan con la droga en polvo. Posteriormente esta se vende para su consumo regular o se mezcla con tinte rosa y otras drogas sintéticas para producir el cóctel sintético conocido como «tusi» o «cocaína rosa», como lo informó el medio El Desconcierto.

Análisis de InSight Crime

El mercado de drogas sintéticas de Chile es uno de los más grandes de Latinoamérica. Pero aunque la mayoría de personas aún lo asocian con la MDMA o el LSD, parece que la ketamina ahora representa la mayor parte de ese volumen. Esto puede explicarse por varias razones.

En primer lugar, la ketamina es más accesible. Al contrario de la MDMA o el LSD, que siguen trayéndose de centros de producción de drogas sintéticas en Europa, el uso de la ketamina en la práctica médica y veterinaria significa que los suministros ilícitos proceden principalmente de países suramericanos vecinos, según un reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito (ONUDD).

En segundo lugar, la ketamina puede usarse en las llamadas «speedballs». Derivadas de la mezcla de un estimulante y un depresor para crear un contraste muy placentero, las speedballs son una combinación común de drogas. La heroína es el depresor más común, pero en Suramérica puede ser difícil conseguirla. Por esa razón, en Chile se usa ketamina como sustituto, mezclada con cocaína para crear un «Calvin Klein», como lo informó el Observatorio del Narcotráfico de Chile en 2021.

En tercer lugar, la ketamina es en gran proporción la droga base del tusi chileno. En un inicio, «tusi» era apenas el término en español para «2C-B», una droga sintética simple que se popularizó en Colombia hace una década. Pero, cuando se dificultó el acceso al 2C-B real, los expendedores de drogas de la región mantuvieron el nombre «tusi», pero cambiaron los contenidos, muchas veces mezclando ketamina, MDMA y otras sustancias en un volátil cóctel de drogas.

El tusi es extremadamente popular en Chile —en un año los decomisos se cuadruplicaron—, pero la mezcla de ketamina con colorantes rosa de orden alimenticio es lo que contienen actualmente la mayoría de muestras de tusi en el país, según el informe de 2021 del Observatorio de Narcotráfico.

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