En un control carretero de rutina, la Policía chilena logró detener a Pablo Cordero, alias ‘Dolape’, el hombre buscado desde 2017 por haber ideado el ‘Robo del Siglo’ a una empresa de transporte de valores. Aquella vez, Cordero y sus secuaces se llevaron 24 millones de dólares.
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Cada 18 de septiembre, los chilenos festejan sus fiestas patrias en conmemoración a la primera Junta de Gobierno de 1810. Aquella noche del año 2017 fue la elegida por un grupo de delincuentes para asaltar la sede de la empresa de transporte de valores Esertval, ubicada en la comuna de Independencia de Santiago de Chile.
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Aprovechando la salida —fuera de protocolo— del guardia principal del recinto para comprar cigarrillos, la banda liderada por Dolape logró ingresar a las dependencias de la empresa, maniatando al resto de los guardias de seguridad para proceder a abrir la bóveda del recinto gracias a la técnica del oxicorte.
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Datos de la época sitúan al robo de la empresa Esertval de Independencia como el robo de mayor caudal en la historia delictiva chilena, con un botín estimado en 15.800 millones de pesos chilenos, alrededor de 24,3 millones de dólares al tipo de cambio de 2017 en el país austral.
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La caída del cerebro
Pablo Antonio Cordero Valenzuela, de 38 años, alias Dolape, había sido detenido a fines de noviembre de 2020, en el marco de la causa que investigaba el robo. La opulenta vida que llevaba, asociada a los automóviles de alta gama y un sinnúmero de propiedades, despertaron las sospechas de los investigadores, que pusieron el ojo en Cordero a raíz de repetidas denuncias de vecinos por sus ruidosas fiestas.
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En aquel entonces Cordero fue formalizado con prisión domiciliaria debido a la exención de la prisión preventiva habilitada por la pandemia por COVID-19. El detenido no respetó la medida y se fugó de su casa, pasando a la clandestinidad. Volvió a ser encontrado en la noche del domingo 28 de mayo, cuando fue detenido en el marco de un control rutinario en la Ruta 5 Norte de Chile.
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Al momento de su segunda detención —y a diferencia de la primera— Cordero llevaba una vida austera y alejada de cualquier tipo de lujos, tratando de pasar inadvertido en su vida clandestina. Para muestra, un botón: al momento de su captura conducía un Suzuki Alto, en vez del Volvo V40CC del cual era propietario en 2020.
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El fiscal adjunto de la Fiscalía Regional Metropolitana Centro Norte, Marcelo Cabrera, solicitó una audiencia para pedir la ampliación del plazo de investigación. El Tercer Juzgado de Garantía de Santiago accedió a la solicitud y fijó una audiencia de control de detención para Cordero fijada para el próximo 7 de junio.
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Las pericias realizadas por el OS-9 —departamento de investigaciones criminales de la Policía chilena—, constataron patrones comunes en los delitos contra las personas y propiedad que Dolape cometía, principalmente robos y receptación. En efecto, desde el año 2009 Cordero registra procesamientos por falsificación o uso malicioso de instrumento público, robo en bienes nacionales de uso público, robo con intimidación, receptación, robo de cajeros automáticos y conducción bajo la influencia de alcohol.
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