La salmonicultura chilena se encuentra frente a una paradoja económica, en la actualidad el valor del salmón se ha incrementado en los mercados internacionales, pero enfrenta un escenario próximo de escasez de alimentos para la producción futura, a causa de problemas logísticos derivados de la pandemia así como del conflicto en Ucrania.
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Según datos de la publicación especializada en la producción de salmones chilena, Salmonxpert, los costos asociados a la alimentación de salmón para la exportación se han encarecido a razón de un 25% sobre el costo de 2021.
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Si bien en la actualidad, el mercado de la salmonicultura chilena está experimentando los beneficios del alza de utilidades debido al aumento del precios del salmón en el mercado internacional, la industria se ve enfrentada a un problema en ciernes: el alza de los precios de los alimentos para la producción.
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Gerardo Balbontín, gerente general de Blumar, una de las principales empresas productoras de salmón en Chile, afirmó que el costo de los alimentos para lel engorde del salmón ha aumentado en alrededor de un 25%, «principalmente por el alza en el precio de los aceites y proteínas vegetales, lo que se comenzará a reflejar en el costo de las cosechas del segundo semestre de 2022, expandiéndose de manera importante 0,25 a 0,30 dólares por kilo».
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Problemas productivos derivados
La producción de las materias primas para la manufactura de alimentos para salmón, junto a los problemas asociados a logística de transporte a nivel mundial, son los principales factores que auguran una «tormenta perfecta», en la industria salmonera, como describe el ejecutivo chileno.
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«Los costos de materia prima vienen en constante alza desde noviembre 2021, a los que se suman factores relevantes como mayores costos de proceso por falta de personal en plantas, una condición sanitaria desafiante, y la inflación creciente en el mundo», describió Domingo Calvo, gerente comercial de la empresa productora de salmón Ventisquero.
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Otro de los factores de esta crisis que advierten los productores chilenos, además de los asociados a problemas logísticos y de transportes, recae en el conflicto en el este ucraniano, la pérdida de capacidad productiva de cereales y aceite necesarios para la alimentación y producción, por parte tanto de Rusia como de Ucrania.
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La pérdida de un mercado como el ruso, que representa alrededor de un 7% de las exportaciones del producto chileno, debido a las sanciones impuestas al gigante euroasiático, es otro de los factores a considerar en la crisis productiva de la salmonicultura que los chilenos prevén para el segundo semestre de 2022.
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Sobre las expectativas de una superación de esta crisis en la cadena productiva —no solo del salmón, sino también en la producción de truchas y mariscos como los mejillones—, la publicación sostiene que todo dependerá del conflicto en Ucrania y su duración.
«Si [el término del conflicto] es en un par de meses o un par de años, claramente genera incertidumbre e inestabilidad por mayor o menor tiempo. Si las principales economías mantienen sus sanciones a Rusia, la normalización de los costos se vería cada vez más lejos por su rol en la producción mundial de granos», afirmó José Miguel de la Cuadra, gerente de abastecimiento de la empresa BioMar Chile.
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