Los países de América Latina ya luchan contra la variante ómicron del coronavirus. Mientras algunos intentan llevar calma y confiar en la protección de la vacunación, países como Argentina, Bolivia o Perú entraron de lleno en nuevas olas de casos y ya piensan en restricciones.
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La variante ómicron ya está instalada en América Latina y sus países ya comenzaron a detectar incrementos inusitados de casos de COVID-19. En países como Argentina y Bolivia, las nuevas olas de coronavirus produjeron cifras récord de contagios desde el comienzo de la pandemia.
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En Argentina, por ejemplo, el Ministerio de Salud reportó 42.032 casos nuevos registrados el 28 de diciembre. La cifra de casos es la más alta comunicada por Argentina desde la llegada de la pandemia al país, en marzo de 2020. Hasta ese día, el récord lo ostentaba el 27 de mayo de 2021, cuando hubo 41.080 infectados nuevos.
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El Ministerio de Salud argentino había confirmado la presencia de ómicron en el país el 5 de diciembre, cuando el Laboratorio Malbrán corroboró que un hombre de 38 años que había viajado a Sudáfrica regresó a suelo argentino el 30 de noviembre, sin saber que estaba infectado. Sus test habían dado negativo al llegar a Argentina pero resultó positivo en exámenes hechos posteriormente, cuando supo que había tenido contacto con infectados en Sudáfrica.
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Los primeros casos de ómicron en Brasil también provinieron de viajeros que llegaron desde Sudáfrica. Se trató de una pareja oriunda de Sao Paulo que regresó a Brasil en noviembre y constituyeron los dos primeros casos de la nueva variante en su país y en toda América Latina.
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Al igual que en otros países, la aparición de la nueva variante incrementó la cantidad de casos de COVID-19 en el país. Según un relevamiento del Instituto Todos por la Salud citado por el medio G1, el 31,7% de los casos reportados en ocho estados del país ya corresponden a la nueva variante.
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En la ciudad de Rio de Janeiro, por ejemplo, la tasa de positividad pasó de 0,7% a 5,5% en la última semana de diciembre. Por eso, el ministro municipal de Salud, Daniel Soranz, advirtió que es probable que ómicron ya tenga «circulación comunitaria» en la ciudad.
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El avance de la variante ya provocó cancelaciones de eventos en Rio, justo en la temporada en que la urbe carioca recibe más turistas. Las fiestas de Réveillon, tradicionales celebraciones de fin de año, fueron canceladas por el alcalde Eduardo Paes.
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Colombia confirmó sus primeros tres casos de ómicron el 20 de diciembre: dos que llegaron desde Estados Unidos y uno desde España.
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El 29 de diciembre, Colombia reportó 6.326 casos nuevos, casi el doble de los registrados dos días antes. El ministro de Salud, Fernando Ruiz Gómez, advirtió que la variante tiene un nivel de contagio 5 a 10 veces mayor y consideró que «estamos en la entrada del pico generado por ómicron«.
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Por el momento, el Gobierno colombiano descartó adoptar nuevas restricciones por el momento, siempre que la vacunación continúe a buen ritmo. «Si nos vacunamos y protegemos durante las próximas semanas tenemos la posibilidad de mantener las diferentes actividades abiertas, disponibles y todo de lo que hemos venido disfrutando en los últimos cuatro meses», apuntó.
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El primer caso de ómicron en México fue el de un ciudadano sudafricano que llegó al DF el 21 de noviembre. Desde entonces los casos han ido en aumento y el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, aventuró que el país puede enfrentar una cuarta ola de COVID-19, aunque intentó restarle dramatismo. «Si se presentara esa cuarta ola a expensas de ómicron, podemos ver una gran cantidad de casos pero una proporción mucho menor de hospitalizaciones de lo que hemos tenido en olas previas», comentó.
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Más preocupantes parecen los casos de Perú y Bolivia, donde los gobiernos nacionales ya implementaron restricciones ante picos de casos por la nueva variante.
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En Bolivia, el Gobierno nacional debió declarar una emergencia sanitaria luego de registrar, el 29 de diciembre, 6.149 casos nuevos, una cifra récord desde el inicio de la pandemia. Para mitigar el impacto, Bolivia incrementó las penas para quienes no porten el carné de vacunación, imponiendo sanciones que pueden llegar hasta los 10 años de cárcel.
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En Perú, en tanto, la cantidad de infectados con ómicron superó las 116 personas a finales de diciembre, tan solo diez días después de que se registrara el primer caso en una antropóloga peruana que llegó al país desde Sudáfrica. Ante el aumento de casos en varias regiones del país, el Gobierno restringió la movilidad entre provincias y redujo el aforo en espectáculos y locales cerrados. La última medida fue el cierre de las playas del litoral peruano durante el 31 de diciembre y el 1 de enero.
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Uruguay fue de los últimos países sudamericanos en confirmar la presencia de la variante, junto a un pico de casos de más de 1.400 nuevos infectados, una cifra que triplica los casos de las últimas semanas.