Chile vive un momento trascendental. Mientras la Convención Constitucional continúa cumpliendo con su labor para proponer una nueva Constitución el 19 de diciembre próximo tendrá lugar la elección presidencial.
La Convención Constitucional, es el resultado posible alcanzado por la rebelión social y popular iniciada aquel 18 de octubre que perdura en la memoria y que reúne las esperanzas del campo popular en el nuevo texto constitucional que permita dejar atrás el actual orden social, económico y político tan cuestionado y rechazado por la mayoría de los pueblos que viven en el territorio.
La elección presidencial enfrenta una disyuntiva que no podemos obviar ni callar. Uno de los candidatos es de ultraderecha y negacionista respecto a los crímenes de la dictadura, partidario de la impunidad y portador de un clima de intolerancia que hace recordar los años más oscuros de nuestra historia reciente y significa un retroceso en derechos logrados tras largas luchas sociales. En su programa se contienen afirmaciones abiertamente contradictorias con el avance de derechos sustanciales para las mayorías nacionales
Como CODEPU creemos que Chile requiere, además de una nueva Constitución, un gobierno que se inspire en los Derechos Humanos, tanto individuales como colectivos. En que los derechos sociales, económicos, culturales y del medio ambiente sean una realidad y se respeten los derechos humanos promoviendo verdad, justicia y reparación integral para quienes sufrieron la violenta represión estatal en tiempos de dictadura y tras el llamado estallido social. Alcanzar la libertad de los prisioneros de la revuelta y generar una nueva policía son imperativos necesarios.
Como CODEPU creemos que se requiere de autoridades que brinden garantías a mujeres, niñas, niños y adolescentes, personas mayores, personas con discapacidad, diversidades sexuales y de género, migrantes y a todas y todos los sectores vulnerables. Asimismo, se requiere de autoridades que se propongan terminar con la militarización del Wallmapu, termine con los estados de excepción e inicie un necesario y urgente proceso de dialogo.
Ante los enormes desafíos que enfrenta el país, creemos que hay que reafirmar las esperanzas de un Chile justo y solidario y rechazar toda propuesta que pretenda restaurar la situación anterior al 18 de octubre.
Los pueblos demandan avanzar hacia un futuro solidario, con una Nueva Constitución democrática, que ponga en el centro la Dignidad de las personas y sustentada en los Derechos Humanos.
Estos son tiempos importantes, momentos en que debe primar la esperanza por sobre el miedo. Es la hora de impedir el avance de las posturas autoritarias que ven con nostalgia la dictadura cívico-militar. Por ello afirmamos que, en estas circunstancias es impensable votar por José Antonio Kast y la abstención o voto inválido tampoco es consistente con la gravedad de la situación. Es el momento de participar y movilizarse, pues derrotar a la ultraderecha significará mantener y generar mayores espacios para darle continuidad a las luchas sociales y populares.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE LA RAZÓN
Por CODEPU – La Corporación de Promoción y Defensa de los Derechos del Pueblo CODEPU, es una organización no gubernamental de Derechos Humanos fundada durante la dictadura militar, el 8 de noviembre del año 1980. Desde hace 30 años asiste a las víctimas y los familiares de las víctimas de violaciones a los derechos humanos y lucha contra la impunidad.
CODEPU ES MIEMBRO DE:
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• La Federación Internacional de Ligas de Derechos del Hombre (FIDH),
• la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT),
• la Sociedad Internacional para la Salud y los Derechos Humanos (ISSHR),
• la Liga Internacional por los Derechos y la Liberación de los Pueblos.
Secretario Ejecutivo: Raúl Flores Castillo
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