Con el diagnóstico de una dolencia suele empezar también el arduo trabajo individual de buscar segundas y terceras opiniones; una compañía israelí ofrece ese servicio en tiempo récord y espera que lo cubra el Estado.
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«A través de la tecnología existente conseguimos todos los datos médicos relevantes para los casos que se nos presentan», explicó a Sputnik la doctora Miriam Herman, directora del departamento de servicios médicos de Medint. «Lo logramos escaneando publicaciones médicas, páginas web, ministerios de sanidad y buscando debajo de las piedras si es necesario para ofrecer a pacientes y equipo sanitario toda la información importante para tomar las mejores decisiones», agregó.
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El objetivo, según explica la fundadora de la empresa Tanya Attias, es ayudar a los pacientes a alcanzar decisiones médicas cruciales lo más rápido posible.
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Attias comenzó a pensar en esta solución cuando alguien cercano a ella recibió un diagnóstico y se le plantearon dudas de cómo tratar la enfermedad. Ella se ofreció a ayudar poniendo en práctica los conocimientos que había adquirido en sus años en el Ejército israelí, en una unidad de inteligencia tecnológica. Que, en pocas palabras, consiste en búsqueda y análisis eficaz y rápida de datos.
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«Porque por expertos que sean los médicos no somos infalibles», señaló Herman. A decir de la pediatra los especialistas en salud no pueden saberlo todo ni conocer todo tratamiento, desarrollo o posibilidad médica existente, sin embargo, los algoritmos de Medint sí que llegan a todos los casos registrados, todos los tratamientos y sus resultados en el mundo.
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Derecho básico
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La fundadora de la empresa emergente es una firme defensora de que todas las personas tienen el derecho de conocer todos los extremos de lo que padecen y de los tratamientos existentes.
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Algo muy evidente, pero que sabemos que es algo que no se suele producir y que recabar información médica requiere mucha lucha, sabiduría, energía y ¡tiempo!.
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Si alguien padece, por ejemplo, un tipo agresivo de cáncer, según Medint, lo que más desea es saber que otra gente en el mundo está en su misma situación y conocer si algún paciente ha experimentado algún tratamiento con éxito. Y lo que Herman señala como increíble es que no exista en el mundo una base de datos con esta información.
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«Los datos médicos en el mundo se expanden con rapidez, pero no están concentrados», detalla la doctora. «Nosotros ofrecemos información sobre todo el conocimiento y posibilidades que existen en situaciones médicas específicas y ayudamos a los clientes a contactar con los especialistas que les pueden ayudar», agregó.
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«Por ejemplo, hace poco recibimos a un niño con un tumor cerebral del que ya había sido operado en Israel dos veces y los médicos dijeron a los padres que no les quedaba más que rezar, porque poco se podía hacer», relató. El caso fue estudiado en Medint y le encontraron un cirujano en Estados Unidos al poco tiempo. «El niño ha sido operado y sabemos que ha abierto los ojos y ha recuperado sus funciones. No sabemos cómo progresará, pero sí sabemos que se ha podido darle otra oportunidad».
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Medicina socializada
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En Israel Medint, que trabaja cubierto por algunos de los seguros de salud nacionales a los que todo israelí está obligado a acogerse, también colaboran con diversos ministerios de Sanidad, con el israelí, con Singapur, Canadá, Senegal, Costa de Marfil y otros de los que no comparten información porque están cerrando sus contratos, según informó Itamar Ben Shitrit, gerente de relaciones con los clientes de Medint a Sputnik.
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