Sichel y el llamado de atención a la centroderecha

El 18 de julio debe ser recordado como una fecha histórica para la centroderecha. Ese día un independiente de centro, sin apoyo de los partidos de Chile Vamos, logró ganar la primaria del sector, alcanzando casi el 50% de los votos y derrotando a figuras de renombre como el eterno presidencial Joaquín Lavín, al expresidente de RN Mario Desbordes y al exministro de hacienda Ignacio Briones.

Sichel se planteó con un discurso reformista pero mesurado a la vez, el cual no desconoce los avances en superación de la pobreza y desarrollo económico que nuestro país ha vivido en las últimas tres décadas, pero que al mismo tiempo, reconoce que todavía queda mucho camino por recorrer. Con un discurso que invitaba a la centroderecha a dejar la soberbia de repetir que estamos bien, que somos el mejor país de la región y que tras las lindas estadísticas que muchos repiten, quedan invisibilizadas muchas realidades de vulnerabilidad e inequidad social.

El 18 de julio debe marcar un antes y un después en Chile Vamos. El electorado que había sido tan esquivo en las últimas elecciones decidió ir a participar de la primaria y eligió a Sebastián Sichel Ramírez como el representante del pacto. Pero su éxito no es casual.

Primero, tiene un relato de vida potente, que para la élite puede ser extraño y objeto de burlas, pero que para miles y miles de compatriotas no lo es, muchos nos podemos identificar con él, con su historia, que es también mi historia y la historia de miles de chilenos y chilenas.

Por otra parte, Sebastián también hizo un llamado de atención al sector. Nosotros no debemos ser los defensores del modelo, sino que nuestra labor es poner en el centro de la actividad política, gubernamental y estatal, a la persona. No levantó banderas que fueran ajenas a nuestro sector, vino con un discurso reformista, pero no uno foráneo, sino que tuvo la convicción de defender nuestras ideas, cuando muchos lo habían dejado de hacer, bailaron al ritmo de la izquierda y trataron de hacer propias las banderas de ellos.

El principio de subsidiariedad no es que el Estado esté ausente y quede todo en manos del mercado y Sichel fue claro en ese sentido. No necesitamos aumentar el Estado, incluso debemos reducir la excesiva burocracia estatal, pero al mismo tiempo necesitamos un mejor Estado, uno que sea eficiente en el uso de los recursos de todos los chilenos, pero que a la vez dé respuesta rápida y eficaz a los requerimientos de la ciudadanía.

Somos convencidos de que el modelo de mercado es la mejor opción para que las sociedades progresen, alcancen el anhelado desarrollo, pero para ello necesitamos un mejor mercado, uno donde no haya espacio para los abusos ni colusiones, comprometido con el desarrollo del país y sus habitantes, donde el crecimiento económico vaya de la mano de mayor equidad, acabar con el “chorreo” y así nadie se quede atrás.

Sichel nos hizo recordar que Chile Vamos es la casa que reúne las distintas almas de la centroderecha, pero que debemos trabajar desde lo que nos une, como el individuo, la libertad y la justicia social, pero al mismo tiempo, apuntar hacia el centro. Que no debemos tener miedo en defender nuestra historia ni nuestras ideas, que no debemos temer a decir algo impopular por perder unos votos.

Avanzar hacia un país con mayor justicia y cohesión social no se logrará con populismos y menos con polarización, la respuesta no está en los extremos. Pero tampoco siendo un dogmático ni un ferviente defensor del modelo. Se logrará desde el centro, con unidad, trabajando con nosotros, con ellos y con aquellos, construyendo paso a paso, con reformas graduales y persistentes donde se equilibre la continuidad de lo bueno que hemos hecho, pero haciendo los cambios necesarios que Chile requiere.


LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE LA RAZÓN

Juan Castro Prieto – Es un empresario y político del partido Renovación Nacional. Actualmente es senador por la Región del Maule, ​ y se desempeñó, entre 2008 y 2016, como alcalde de la comuna de Talca.


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