Por Claudio Betanzo Greco | Día del Campesino: Un día que Chile debiese conmemorar en cada rincón del país

El 28 de julio, se celebra el Día Nacional del Campesino. De hombres y mujeres de campo que dedican sus vidas a abastecer de productos hortofrutícolas para llevar alimento a la mesa de todo el mundo

Las personas que se dedican a la agricultura son las responsables de las frutas, verduras y alimentos en general que consumimos a diario en nuestros hogares, es por ellos, los agricultores que decidieron dedicar su vida y trabajo a la tierra, que se conmemora el Día Nacional del Campesino.

Con el paso de los años se ha demostrado que la agricultura tiene que ver con el equilibrio; el equilibrio natural que impulsa las campañas, el clima y los ciclos de cultivo. Nunca ha habido un momento más desafiante para este rubro, pero tampoco ha habido un mejor momento, con mayor oportunidad para los hombres y mujeres de campo. Cada vez son más las personas que deciden consumir productos de la tierra para alcanzar una mejor alimentación y una vida más saludable.

Según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el sector agrícola es actualmente el mayor empleador del mundo y el sector económico más grande para muchos países, produciendo el 80% de todos los alimentos en el planeta. Sin embargo, ante los retos que enfrentamos como el cambio climático, desde el segundo objetivo de desarrollo sostenible (ODS 2) se busca garantizar que las personas puedan tener acceso a suficientes alimentos nutritivos, manteniendo los recursos naturales, salvaguardando la biodiversidad y transformando los sistemas de producción de alimentos y el sector rural, a la vez que se aumenta la productividad y los ingresos de los pequeños agricultores.

Este es el sector que alimenta al mundo y los campesinos han entendido que, si no fuera gracias a la tecnología y la Investigación y Desarrollo en la agricultura cada vez sería más complejo poder abastecer a la población es por ello que lo toman como una herramienta más de trabajo, para dar seguridad alimentaria a Chile y el mundo; por otro lado, la integración de nuevos conocimientos, fomentar la digitalización de los agricultores, además del acompañamiento en el territorio y el fomento de mercados justos para ellos, es esencial para la subsistencia del rubro.

En definitiva, la agricultura no solo favorece al agricultor con la venta de sus productos, sino que también a los consumidores y además, genera una economía dentro y fuera del campo con la existencia de las ventas en los distintos mercados del país y las exportaciones, donde las frutas, verduras y hortalizas chilenas ganan mayores adherentes alrededor del mundo.


LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE LA RAZÓN

Claudio Betanzo Greco Responsable de Soluciones para la Agricultura BASF Chile.