En la investigación de su tesis doctoral el académico Juan Pablo Venables indaga sobre la expansión del neoliberalismo en la educación en Chile y trabaja en un libro que recopilará sus postulados.
Conocida es la historia de la influencia de los Chicago Boys en la instalación del modelo neoliberal en Chile. Diversos autores hablan de esto y profundizan sobre este sistema y sus consecuencias, políticas, económicas, sociales y culturales. Pero ¿Es Chile una víctima de este sistema o un laboratorio de neoliberalismo?, este cuestionamiento se plantea el sociólogo Juan Pablo Venables, académico del Instituto de Historia y Ciencias Sociales de la UACh, quién a través de su tesis doctoral Ni víctima ni laboratorio: Chile en el desarrollo Global de la Educación Neoliberal intenta profundizar sobre este tema trayendo nuevos elementos en la discusión que tendrá como resultado un libro que espera publicar a fines de año.
Este proyecto fue posible gracias al Fondo de Investigación Educativa convocatoria 2020. Actualmente, el académico está trabajando en el libro el cuál es financiado por el Plan de Implementación del Programa de Fortalecimiento de la Formación Inicial Docente de la UACh.
Ni víctima ni laboratorio
El académico del Instituto de Historia y Ciencias Sociales, Juan Pablo Venables, en su investigación doctoral, sostiene que Chile tuvo un rol importante en la expansión global del neoliberalismo más allá de entender el país como un laboratorio. “Deconstruir o desmontar esta idea de que Chile sería como un conejillo de indias de Friedman y la gente de Chicago, y más bien entender que el neoliberalismo, como todos los fenómenos sociales, se dan en distintas partes y se presentan en niveles heterárquicos, o sea, no son jerárquicos. No es que se le ocurre a alguien y el resto de países lo va copiando, sino más bien se va diseminando de manera global, y Chile tiene un rol súper importante en eso. Más aun, además de no ser un laboratorio neoliberal, Chile exportó neoliberalismo, es decir, ha sido súper importante en su expansión global. Esa exportación es lo que yo investigo desde la perspectiva educativa.”
El Dr. en Ciencias Sociales explica que lo que más se ha hecho es investigar a Chile como un espacio de experimentación “cómo agarramos ideas y las copiamos. Pero en verdad, haciendo esta investigación, al menos en el espacio educativo, me di cuenta de que lejos de ser copia, en Chile hay mucha creación, hay resignificación de ciertas ideas, hay mucha creatividad, entonces hay invención de cómo neoliberalizar nuestro sistema escolar, particularmente, que fue lo que yo investigué, pero también a nivel educativo en general.”
Chicago Boys
El sistema voucher, también conocido como bono educativo, la privatización de establecimientos educacionales, la selección, son algunos de los elementos que los Chicago Boys crearon para sustentar la educación de mercado.
El investigador cuenta que este sistema de educación neoliberal fue exportado al mundo por medio de organismos multinacionales como el Fondo Monetario Internacional, a través del Banco Mundial, y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). “Lo que hacen estos organismos multilaterales es contactar a esta gente en Chile ‒pero no solamente vinculadas con Pinochet y los Chicago Boys, sino sobre todo personas vinculadas con la Concertación‒ para llevarlos a otros países. Entonces, vienen y contratan, por dar un ejemplo, a Cristian Cox, que es uno de los grandes ideólogos del sistema educativo de Chile de la Concertación, y lo llevan a México, Colombia, África, Afganistán. Lo mismo con José Joaquín Brunner y con un montón de gente, como María José Lemaitre, entre otras”, puntualizó.
Trama y desenlace
La Ley del Copago, creada el año 1988, que crea el financiamiento compartido para establecimientos educacionales, legislación que favorece a los colegios subvencionados y particulares es clave para la segregación que vive el país, según Venables. Otro antecedente interesante para considerar según el académico, es el informe Brunner y la influencia del Secretario General de la Presidencia, José Joaquín Brunner, desde el año 1994 a 1998 en el Gobierno de Eduardo Frei Ruiz Tagle.
“Y ahí, lo que hace la Concertación, no solamente el gobierno de Frei, es definir lo que harán con la educación: continuar este desarrollo neoliberal implantado durante la dictadura. Obviamente lo dicen sin esas palabras. Entonces, ahí se define eso, que se concreta de manera muy poco transversal, con muy pocos profesores, pero sí con muchos actores políticos. Ahí se define que la educación será, más bien, formación de capital humano, que la educación seguirá privilegiando al sistema privado por sobre el sistema público y que este último tendrá un rol subsidiario allí donde el sistema privado no pudiera estar. Todas esas definiciones muy claves se toman el año noventa y cuatro y noventa y cinco, con el informe Brunner.”, precisó el académico.
Convención Constitucional ¿Se abre una posibilidad de cambiar este modelo educativo neoliberal?
El Dr. en Ciencias Sociales Juan Pablo Venables es cauto en señalar sus expectativas sobre la Convención Constitucional, sin embargo, precisó “tengo la sensación de que en algunos puntos y entre esos el sistema escolar, está más o menos instalado el consenso de que no puede seguir funcionando como está, de que no puede seguir existiendo esta despreocupación del Estado y de que el centro tiene que ser fortalecer la educación pública.”
A pesar de esto, el investigador expone que existirán barreras importantes para estos cambios, uno de estos es la élite tecnocrática “no solamente hablo de quienes tienen pensamientos declaradamente más de derecha, sino también todos aquellos que están vinculados con una izquierda o centro izquierda progresista, que son super tecnocráticos y que todavía piensan que esto tiene que ver solamente con la calidad, que el problema de la educación pública sería que tiene peor calidad, cuando la verdad es que es un problema muy estructural y que tiene que ver con que llevamos cuarenta años de desmantelamiento de lo público y favorecimiento de lo privado, y eso requiere cuestiones super profundas. No tiene que ver solamente con traer profesores desde afuera, como dice el candidato presidencial Briones, sino que tiene que ver con cuestiones más profundas como privilegiar lo público, como se hace en muchos de los países que nos encanta mirar, como por ejemplo Alemania, Holanda y otros, donde tú por defecto estás designado a una escuela pública. Y además, esto no se resuelve solamente en el ámbito educativo, sino que tiene que ver con un tema bien estructural social y político de cómo construimos nuestras ciudades, de cómo es la estructura de empleo y de salarios en Chile, etcétera”.
Efecto Briones
El académico del Instituto de Historia y Ciencias Sociales también apunta en su investigación doctoral al auge de la lógica economicista, en la que un ejemplo son los dichos del candidato presidencial, Ignacio Briones, sobre traer a profesores del extranjero para mejor la calidad en la educación. “Un tema fundamental y clave, a nivel global, no solamente chileno, es el auge de los economistas en puestos de poder, y por lo tanto, el auge de la lógica de un economista para comprender todo: la salud, la educación, la previsión, las relaciones personales. Y no de la economía en su conjunto, sino de una manera particular de comprenderla, que es la mirada neoliberal y tecnócrata, donde, en el fondo, todo depende ‒muy a lo “homo economicus” de Adam Smith‒ de la idea que mientras yo quiera dar respuesta a mis propias necesidades, voy a estar contribuyendo al bien común. Es la idea de la mano invisible de Adam Smith. Y eso ha sido muy nocivo para la generación de políticas públicas, porque el economista se transformó en un experto en todo, porque todo se resuelve con la misma receta: mercado, competencia, dinero, privatización, como si esa fuera la receta para todo, y desde ahí pudieran manejarse desde colegios hasta hospitales y gobiernos”.