RADA informa al Relator de la ONU sobre Tóxicos y Derechos Humanos, acerca de riesgos del uso indiscriminado del plástico en Chile

TEMUCO – La Red de Acción por los Derechos Ambientales RADA, envió el 21 de abril del 2021, un reporte al Relator Especial de la ONU sobre Tóxico y Derechos Humanos Marcos Orellana, donde expone los riesgos a los derechos humanos derivados del uso y disposición del plástico en sectores rurales y obras públicas, en especial en la región de La Araucanía.

El reporte se centra en tres problemáticas observadas por la organización: el uso de plástico como dren de aguas lluvias en obras públicas, el creciente uso del plástico en la agricultura y para el enfardado de paja, y el manejo de residuos en establecimientos rurales de educación.

Tras haber observado estos tres fenómenos, la Red de Acción por los Derechos Ambientales solicitó información a los servicios públicos respecto de las políticas públicas existentes para abordar estas problemáticas. Las respuestas fueron mayormente la falta de información y de políticas para medir y controlar los efectos del plástico y su disposición final en los tres sectores.

Plástico negro para drenaje de aguas lluvias

Al preguntar sobre el plástico usado como dren de aguas lluvias en distintas obras del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, la respuesta fue que se trata de plástico reciclado que se considera una solución ambientalmente favorable para la institución. Sin embargo el Ministerio no ha realizado estudios para evaluar los posibles impactos del plástico en la calidad del agua que se infiltra, ignorando la posibilidad del traspaso de sustancias tóxicas como el plomo, frecuentemente encontrado en el plástico reciclado de color negro, ni tampoco el desprendimiento de microplásticos a los sistemas hídricos naturales. De ocurrir, esta contaminación sería de carácter irreversible y podría generar efectos tanto en la salud humana como de los ecosistemas en el largo plazo.

Plásticos en actividades agropecuarias

Al consultar al Ministerio de Agricultura sobre el uso de plástico en actividades agrícolas, la repuesta fue que la institución no monitorea las cantidades ni el destino de los plásticos usados para la producción rural. Tampoco existe ninguna política que apunte a la concientización sobre los impactos del plástico en sectores rurales y que desincentive su uso. Las observaciones en terreno llevan a la organización a deducir que existe un incremento en el uso del plástico para la producción agrícola, especialmente en el uso de plástico para enfardado de paja, y se sospecha que la forma más común de disposición final es la incineración a cielo abierto y en calderas, ya que es una práctica extendida en los sectores rurales de Chile y la región de La Araucanía para el manejo de residuos en términos generales, habiendo además recibido testimonios que confirman esta sospecha. Todo esto sin una evaluación de impactos ni monitoreo de las emisiones de dioxinas, furanos y metales pesados producto de la incineración.

Manejo de residuos en establecimientos rurales de educación

Las observaciones en terreno de la organización indican que la situación general es que los establecimientos rurales de educación queman sus residuos. Al consultar al Ministerio de Educación sobre lineamientos para el manejo de residuos en establecimientos de educación rural, la respuesta fue la inexistencia de políticas que entreguen tanto instrucciones como apoyo logístico a las escuelas y colegios rurales. Esto pone en riesgo a las y los funcionarios del establecimiento, a las vecinas y vecinos del establecimiento, y sobre todo a las niñas y niños que asisten a clases en esos establecimientos, y que respiran el aire contaminado con los humos provenientes de la quema de los residuos que contienen plásticos entre otros materiales.

Dioxinas, furanos y metales pesados

La quema de plásticos trae como consecuencia la liberación de sustancias tóxicas al ambiente, como dioxinas, furanos y metales pesados. Estos contaminantes son además persistentes en el ambiente, acumulándose en los suelos y bioacumulándose en los vegetales y animales. Estos contaminantes además se biomagnifican aumentando sus concentraciones a medida que se mueven hacia niveles superiores de la cadena alimentaria, siendo quienes se exponen a las concentraciones más altas, los humanos y en especial los lactantes a través del consumo de leche materna[1]. Las dioxinas, furanos y metales pesados son cancerígenos y generan una serie de enfermedades y problemas a la salud[2],[3]. La quema de los plásticos usados en agricultura, y de los residuos en escuelas rurales, pone por tanto en riesgo a las comunidades que respiran el aire contaminado con sustancias que se liberan en la quema de los plásticos, así como las comunidades que producen alimentos que pueden contaminarse con estas sustancias, y a quienes consumen los productos cultivados en áreas afectadas por esta contaminación.

Recomendaciones

El reporte culmina solicitando al relator la redacción de recomendaciones al Estado de Chile para el desarrollo de políticas que apunten a abordar estas problemáticas, desde la identificación y cuantificación del uso de plásticos en la agricultura y en la construcción de obras públicas, el destino de los plásticos al final de su vida útil, y los posibles impactos en la salud de las personas y los ecosistemas del ciclo de vida completo del plástico en los sectores rurales del país.

El reporte fue enviado en el marco del llamado del relator a recibir aportes de la sociedad civil para la redacción de al informe técnico sobre el ciclo de vida de los plásticos y derechos humanos, que será presentado en la 76º sesión de la Asamblea General de NU en septiembre próximo.

Alejandra Parra, miembro co-fundadora de RADA y candidata independiente a la Convención Constitucional en la lista de Organizaciones Sociales y Territoriales del Wallmapu para el Distrito 23, señaló que “es fundamental que tanto el Estado a través de sus instituciones, como la ciudadanía en general, comencemos a visualizar los impactos del plástico en los derechos humanos a lo largo de toda la vida útil del material, para comenzar a abandonar su uso y reducir los impactos ambientales que lamentablemente ya hemos generado y que muchos son a estas alturas irreversibles, pero que hoy tenemos la oportunidad de dejar de reproducir.”

[1] https://www.who.int

[2] http://chej.org

[3] https://zerowasteoz.org.au