Reconocimiento constitucional del trabajo doméstico y de cuidados; una demanda atendible

Consideramos importante recordar que el feminismo se trata de igualdad, en libertad y derechos entre hombres y mujeres. Un fenómeno declarado a nivel mundial, que ha hecho eco principalmente en personas que han considerado razonable que exista igualdad entre géneros, a la hora de desarrollarse como persona, y avanzar hacia una sociedad más justa, democrática e igualitaria.

Este año, en Chile, el lema de la movilización fue: “Contra el patriarcado y contra el terrorismo Estado”, el llamado fue a una huelga general feminista productiva y reproductiva, plurinacional, inclusiva y anticarcelaria, haciendo alusión a la situación país, posterior al 18 de octubre. A esto se suma todo lo vivido desde el inicio de la pandemia a la fecha, y como ha quedado al descubierto la pobreza, el desamparo, y la violencia que viven miles de mujeres en Chile, que junto a los femicidios ocurridos, dejan al descubierto cómo el Estado de Chile y sus gobiernos no han sido capaces de afrontar este tema.

Desde antaño, el patriarcado ha buscado perpetuar el orden impuesto catalogándolo como natural, disminuyendo a la mujer, detrás de una falsa pantalla de inferioridad intrínseca, que finalmente no es más que una construcción social, lo mismo ocurre con la identidad masculina y femenina, que se basa en una división sexual del trabajo para determinar, diferenciar, valorizar y jerarquizar el trabajo remunerado por sobre el trabajo doméstico y de cuidados, el que finalmente termina invisibilizado, lo que también es una forma de discriminación y violencia. Creemos que el trabajo doméstico y de cuidados, es un tema país y no debiera estar a cargo, exclusivamente, de las mujeres, por lo que es importante poder avanzar como sociedad, en primer lugar, hacia la corresponsabilidad familiar.

Además de esto, consideramos atendible la propuesta ingresada hace tiempo, por un grupo de Diputadas; El reconocimiento Constitucional del trabajo doméstico y de cuidados, destinado a enfrentar las diferencias que existen hoy entre hombres y mujeres en materia de seguridad social, salud y pensiones. Ante la posibilidad histórica de tener una nueva Constitución, que sea elaborada de manera paritaria, resulta importante considerar este tipo de propuestas, ya que con este reconocimiento constitucional se podrían generar políticas públicas destinadas a reconocer esta labor, e igualar las condiciones de vida entre hombres y mujeres.