ME-O insta a los partidos oficialistas y de oposición a devolver a Chile el Foco Político: «Ese es el centro de la dignidad»

SANTIAGO – El fundador del Partido Progresista de Chile, Marco Enríquez-Ominami, emplazó a todas las fuerzas políticas del país a trabajar por recuperar «el centro político» perdido, enfatizando que «ese centro es la dignidad».

A través de una carta enviada a todos los presidentes de partidos, el excandidato presidencial criticó la relevancia que tiene el mercado en los asuntos del país, afirmando que «la derecha ideologizada sigue defendiendo ese sol como si fuera el centro del universo», recalcando que las AFP «funcionan para mantener viva la ilusión del mercado, pero poco han servido para el bienestar de nuestros jubilados».

«Si hasta el sistema público de salud, que es el que ha sostenido el exitoso proceso de vacunación, Piñera quiere desmantelarlo y privatizarlo. La ideología los tiene ciegos. Debemos ser responsables y dar un giro copernicano a Chile», agrega en la misiva.

Por ello, propone «re-centralizar lo político hacia la dignidad. Que sea en torno a las personas y su bienestar que gire la libertad, la democracia, y el trabajo». 

«Octubre de 2019 fue el mes en que nuestra sociedad hizo estallar su indignación, y es urgente que llenemos ese vacío. La derecha no puede hacerlo. No cree en la dignidad ni en sus políticas», insistió Enríquez-Ominami, quien además propone «adelantar las elecciones y elegir un gobierno de transición constituyente». 

«La nueva república no puede ser pensada, siendo arbitrada por un presidente que está en contra de ella. Piñera fue derrotado por una aplastante mayoría que le dijo a él y a los senadores y diputados que la nueva Constitución era sin él, sin ellos y sin ellas. Se elije en las próximas semanas una Convención Constitucional, que deberá redactar una nueva Constitución, refundar nuestras instituciones, pero además de un Presidente en Contra, en noviembre, deberá sortear la elección de un senado, una cámara de diputados, de consejos regionales y de un nuevo presidente o presidenta, que funcionará en paralelo a la Convención», argumentó.

Y enfatizo: «Si queremos volver a vivir en paz, reactivar la economía, que las empresas vuelvan a funcionar, y los trabajadores a encontrar trabajo, es necesario que la gente encuentre en nosotros, los y las animales políticos, la audacia del cambio, y no lastres burocráticos».

«No podemos someter a los chilenos y chilenas y a nuestra economía, a la angustia de tener un o una presidente que jurará bajo las antiguas reglas, pero que, para poder gobernar, deberá esperar, prácticamente la mitad de su período, por unas nuevas», escribió en insistió en  que «mi propuesta es práctica: construir urgentemente un acuerdo para adelantar las elecciones presidenciales después de aprobada la Nueva Constitución, y elegir a un hombre o a una mujer para que represente, cuide y acompañe, desde ya, el proceso de transición constituyente, refundacional, hacia el nuevo Chile». 

En la misma línea, Marco Enríquez-Ominami llamó a reconstruir «el centro político en la dignidad» y no más en la indignación», aseverando que para hacerlo «comencemos dejando de hablar de unidad y unirnos».

«A las izquierdas y las derechas, propongo que nos reconozcamos desde nuestras distintas posiciones en ese centro político de la decencia, en el que estamos todos de acuerdo, y que nos juntemos. Que veamos los puentes y no las grietas. Hoy hay un acuerdo en todas las fuerzas progresistas en sacar la lógica neoliberal, al menos, de la educación, de la salud y de las pensiones. Si no nos juntamos ahora, los políticos y políticas de toda la oposición, no lograremos las mayorías electorales que necesitamos, y sin esas mayorías, todos nuestros sueños de una nueva república digna y decente se convertirán, de nuevo, en indignación, no en paciencia», puntualizó en su carta el líder del PRO.