SANTIAGO – Una conversación con niñas y adolescentes -de entre nueve y 17 años- marcó el inicio del periodo oficial de campaña de Juan Enrique Pi, quien compite por un cupo como constituyente en el Distrito 11, compuesto por las comunas de Las Condes, Peñalolén, La Reina, Vitacura y Lo Barnechea.
Durante esta mañana el abogado, experto en derechos humanos, dio a conocer la conversación que durante el fin de semana sostuvo con un grupo de niñas y adolescentes, en la que buscaba conocer las opiniones de aquellas personas que vivirán bajo la nueva Constitución que se comenzará a redactar luego de las elecciones del 11 de abril próximo, en las que Pi compite como independiente, por uno de los seis cupos con que cuenta el Distrito 11.
La iniciativa surge de la necesidad de que las niñas, niños y adolescentes (NNA) en Chile tengan un reconocimiento explícito de sus derechos y sean percibidos/as como sujetos de estos, según lo que determina la Convención de Derechos del Niño, no solo porque serán ellas y ellos quienes vivirán bajo esa nueva Constitución, sino para saldar la deuda que arrastra la actual Carta Magna, en la que ni siquiera se les menciona.
Asimismo, asegurar y velar por espacios de participación real para NNA es una de las iniciativas que espera levantar, por lo que conocer las opiniones, directamente de este grupo, es fundamental para poder hacerlo. El hecho de haberlo realizado solo con niñas y adolescentes, responde también, a que ambos grupos, son los más vulnerables dentro de la niñez. Sin ir más lejos, son ellas las que muchas veces se ven limitadas de desarrollar sus trayectorias de vida, solo por el hecho de ser mujeres.
«Hablar con esas ciudadanas de las nuevas generaciones, no solo nos parecía correcto y necesario, sino que refuerza el compromiso que adquirí desde que decidí ser candidato a constituyente: llevar a la nueva Constitución diversidad y aquellas voces que hoy no están siendo oídas», explicó Pi y agregó que «por eso nuestro primer compromiso de campaña es con los niños, niñas y adolescentes, a consagrar en la Constitución su derecho a una vida libre de violencia y discriminación, su derecho a ser oídos en todas las decisiones que les afecten, y el mandato expreso a todos los órganos del Estado de tener el interés superior del niño como consideración ineludible en sus decisiones», explicó Pi.