«Coca no es cocaína»: el mensaje que Bolivia intenta hacerle entender al mundo

Un grupo de jóvenes bolivianos está comercializando hojas de coca seleccionadas en envoltorios muy elegantes, dirigidos a un público de clase media-alta. Quisieran exportar, pero lo imposibilita una convención de 1961 de Naciones Unidas, que aún designa a esta planta como un narcótico.

La hoja de coca es uno de los productos de consumo más populares en Bolivia. Para los pueblos indígenas aymara y quechua es sagrada. Además se comprobó que es rica en vitaminas y tiene usos medicinales. Sin embargo, gran parte del mundo no acepta su uso social ni terapéutico, porque es percibida como un narcótico.

A ello contribuye la Convención Única de las Naciones Unidas sobre Estupefacientes, de 1961, que la clasifica como una droga peligrosa. Esta planta ancestral es utilizada como insumo base de la cocaína, cuya elaboración requiere de muchos otros químicos y tecnologías. Pero, como se dice en este país, «coca no es cocaína».

Si bien todos los sectores sociales de Bolivia la consumen, hay uno (de clase alta) que permanentemente se queja del olor, de los palitos y de la incomodidad que implica quedarse con un trocito de hoja entre los dientes. Para ese público, comúnmente exigente y quisquilloso, un grupo de amigos de Cochabamba ideó Sagrada.

En varias ciudades del país venden cajas muy elegantes, con hojas seleccionadas de esta planta milenaria cultivada en la región de Yungas, en el norte del departamento de La Paz. Vienen en sacos similares a los de té, condimentadas con estevia y minerales que realzan el sabor. Cada presentación, con cinco «bolos», como se le dice a la porción de coca, cuesta 17 pesos bolivianos, unos 2,50 dólares. La aspiración de los emprendedores es comenzar a exportar afuera de Bolivia.

  • Sagrada, producto boliviano a base de hojas de coca
  • Las hojas de coca vienen en un saquito para ser consumidas en infusiones
© FOTO : GENTILEZA SUPREMA
Sagrada, producto boliviano a base de hojas de coca
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«La idea ha surgido en un grupo de amigos, viendo que es incómodo consumir coca. Quizás estás en tu oficina o en el auto y tienes que sacar las hojitas, a veces se derrama, o estás en una reunión con otras personas y es un poco incómodo estar ahí con tus hojitas. Además, la coca te deja residuos en los dientes y se te manchan», explicó a Sputnik Andrea de la Torre, encargada de marketing de Sagrada.

«Nuestro producto está dirigido a una nueva generación de jóvenes, que quieren consumir coca, pero no se animan porque ensucia, o no están acostumbrados a mascar las hojitas». Cada bolo viene envuelto en un filtro, lo cual permite que se lo consuma también como una infusión. Las hojas seleccionadas, antes de empaquetarse, son esterilizadas con ozono y lámparas de rayos UV.

Sagrada comenzó hace un año, en el cual tuvo un rápido crecimiento. Su deseo es que, próximamente, puedan enviar sus delicadas cajas a otros países. «Exportar siempre ha sido nuestra visión. Recién estamos empezando a trabajar sobre eso, pero es una de nuestras metas. Por eso se ha pensado desde la marca, la caja, hasta la presentación: todo para que sea un producto digno de exportación«, afirmó De la Torre.La principal traba para lograrlo está en la Convención Única de las Naciones Unidas sobre Estupefacientes, cuyo artículo 49 indica que «la masticación de hoja de coca quedará prohibida dentro de los 25 años siguientes a la entrada en vigor de la presente Convención», lo cual tendría que haber ocurrido en 1986.

Pero en 2021 no solamente se consumen hojas de coca ávidamente en Bolivia. También es degustada en el norte de Argentina, en Perú, Colombia, hasta los migrantes bolivianos en España ven la manera de hacérsela llegar.

De la Torre contó que la hoja de coca «está arraigada a la cultura de Bolivia. Viene desde nuestros ancestros, desde los incas, que usaban la hoja de coca para curar sus males». Y agregó: «Aquí en Bolivia se la utiliza para contrarrestar dolores de estómago, o mal de alturas. También contiene potasio, proteínas, además es fuente de vitaminas B1 y B2». 

¿Qué es el Acullicu?

El 11 de enero se celebra en Bolivia el Día Nacional del Acullicu, que es la palabra quechua para designar al mascado de coca. Esta fecha fue consagrada mediante ley en 2016, para recordar que en 2013 Bolivia volvió a ser parte de la Convención que penaliza el consumo de hojas de coca. Pero lo hizo poniendo la salvedad de que dentro del Estado Plurinacional es plenamente legal el pijcheo —otra palabra usada para referirse al mascado—.

Ese día, en la Vicepresidencia del Estado se presentó el libro Hoja de coca: Antecedentes y perspectivas para su exportación, escrito por Patricia Chulver y Jesús Sanez. Uno de los presentadores fue el presidente de la Cámara de Senadores, Andrónico Rodríguez, quien proviene de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, lo mismo que el expresidente Evo Morales (2006-2019). Es la organización campesina más grande del país.»El acullico y el boleo siempre estuvieron presentes en casi todas las regiones del país, pero estaba penalizada a nivel internacional. Si bien está permitido el pijcheo en el territorio, todavía afuera es delito», comentó Rodríguez.

«Desde el Trópico siempre pensamos en cómo mejorar la hoja de coca, coca orgánica o coca ecológica. Primero, mejorar la calidad de la hoja de coca. Después tenemos que encaminar la exportación, porque se extiende cada vez su consumo» afuera de Bolivia, consideró el legislador del Movimiento Al Socialismo (MAS).

En el mismo acto estuvo el vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca, quien desde hace años milita por la despenalización del consumo de hojas de coca. Nunca perdió ocasión de perifonear sus cualidades y beneficios para la salud. Incluso en 2006 llegó a proponer que la coca se incluya en el desayuno que se reparte en las escuelas, porque «posee más calcio que la leche», como declaró en ese momento.

«En 1961 hemos permitido que la hoja de coca entre a la Lista 1 de plantas prohibidas. En 2007 se empezó a trabajar para que la hoja y la cultura se respeten, que la comunidad acepte el acullico y nuestra cultura. Y es así que se establece una ley que respeta el acullico», dijo Choquehuanca el pasado 11 de Enero. Se refería a la Ley N° 864, aprobada en 2016, que declaró al pijcheo «Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado Plurinacional de Bolivia».Para el vicepresidente, «la despenalización del acullico es un paso importante, pero ahora queremos nosotros compartir. Tenemos que hacer conocer, hacer entender sobre sus cualidades alimenticias y así podemos generar alimento suplementario. Luego daremos pasos, poco a poco», sostuvo.

Según el libro de Chulver y Sanez, que las Naciones Unidas despenalicen el coqueo puede tomar años, considerando las dimensiones de esta estructura burocrática internacional. Pero se podría avanzar en lo inmediato mediante acuerdos «inter se», de país a país, en el cual establezcan comerciar este producto bajo las salvaguardas necesarias.

En el equipo que hace Sagrada, integrado por seis personas, «va a ser difícil lograr la exportación. Pero siempre que se pueda vamos a seguir luchando por cambiar la forma que tienen de ver a la hoja de coca», dijo De la Torre.

«Por eso todo el marketing que hacemos lo dirigimos a resaltar los beneficios, lo que puedes rescatar de esta planta, también lo que representa para la cultura de Bolivia», sostuvo.