La polémica política de privacidad de WhatsApp dispara las descargas de Telegram

El reciente cambio en la política de privacidad de la ‘app’ de mensajería WhatsApp obligó a cientos de miles de personas a cambiarse para aplicaciones como Telegram y Signal, que priorizan la seguridad de datos.

A partir del 8 de febrero, los usuarios de WhatsApp —que pasó a ser parte de Facebook en 2014— tendrán que compartir algunos de sus datos personales, como el número de teléfono o la ubicación, con la compañía de Mark Zuckerberg, aunque Facebook no podrá acceder a las conversaciones. En cuanto a los usuarios que no aceptan las condiciones, no podrán seguir utilizando la app.

El portal de estadísticas Sensor Tower informó de que más de 2,2 millones de usuarios descargaron la aplicación Telegram, ideada por el fundador de la popular red social rusa VK, Pável Dúrov, en los últimos días.

Telegram se considera una de las aplicaciones más seguras y rápidas del mercado y es que cuenta con su propio protocolo de transmisión de datos MTProto, diseñado con énfasis en la seguridad y dispone de dos capas de cifrado, servidor-cliente y cliente-cliente. La última se utiliza en los llamados chats secretos.

«Todavía no se han descubierto formas de quebrantar el cifrado de Telegram», afirman los creadores de la aplicación.

Otra aplicación rival de WhatsApp, Signal, también demostró un incremento de descargas tras el cambio de la política de la compañía, con más de 100.000 nuevos usuarios tanto en los dispositivos iOS, como en Android.

Fue el empresario, inventor y el hombre más rico del mundo, Elon Musk, quien contribuyó a la creciente popularidad de la app. El magnate recomendó descargarla a sus casi 42 millones de seguidores de Twitter.

«Usen Signal», declaró el visionario sudafricano en un corto y sencillo tuit.

El cofundador de la red social Jack Dorsey compartió la publicación en su cuenta oficial. El exempleado de la NSA Edward Snowden, a su vez, declaró a modo de broma que es una app segura, puesto que «la usa a diario y aún no está muerto».

La aplicación utiliza un avanzado protocolo de código abierto con cifrado de extremo a extremo para mantener la privacidad de los chats. Al igual que Telegram, permite enviar mensajes que se autodestruyen y bloquear las capturas de pantalla.

Su popularidad se debe en parte a que se usa activamente en las protestas, y no solo gracias a la posibilidad de enviar mensajes secretos y ocultar la ubicación. Signal cuenta con una insólita herramienta que desenfoca automáticamente las caras en las fotos con el fin de proteger la identidad de los activistas.