Los familiares de la doctora mexicana ingresada a cuidados intensivos tras recibir la vacuna del laboratorio Pfizer contra el COVID-19, pidieron que se siga estudiando la reacción de su organismo para corroborar si tiene relación con la inmunización contra la enfermedad respiratoria.
«Al ser algo completamente nuevo, desconocido, que no había sido reportado para esta vacuna, no estamos afirmando que haya sido la vacuna, pero se tiene que esclarecer qué fue que se asoció a la aplicación de la vacuna, no estamos diciendo que efectivamente haya sido por eso, eso se tendría que estudiar para poderlo corroborar», dijo Carlos Palestino, cuñado de la doctora Karla Cecilia Pérez, a Sputnik.
Pérez, internista en el Hospital General de Zona número 7, en el municipio de Monclova, del estado de Coahuila (norte), recibió la vacuna el 30 de diciembre y poco después comenzó a sentir cosquilleos en manos y labios, contaron sus familiares en redes sociales y a medios de prensa.
Con el correr de las horas, Pérez tuvo convulsiones y quedó paralizada, por lo que los médicos del hospital en que trabajaba decidieron su internación.
El jueves 31 fue trasladada a un hospital especializado en el estado de Nuevo León (norte).
La Secretaría de Salud de México dijo que se estudiaba el caso.
«El diagnóstico inicial es encefalomielitis en estudio, se reporta estable, sin presencia de crisis convulsivas en las últimas horas», indicó la entidad.
Según el comunicado de la secretaría, la reacción se detectó «dentro del área de observación específica de la célula de vacunación en la que la doctora recibió su vacuna».
Pérez tiene antecedente de alergia al Trimetroprim con sulfametoxazol, un antibiótico que se receta para diferentes infecciones y cuyos efectos secundarios son similares a los que presentó tras recibir la vacuna.
Sus familiares dijeron que más allá de esa alergia, la doctora, de 32 años, no tiene otras cuestiones de salud.
México comenzó la semana pasada la campaña de vacunación contra el COVID-19 en el personal de salud con la inmunización desarrollada por Pfizer y BioNtec; ha recibido miles de dosis en las últimas semanas y se esperan cinco embarques más en enero para cubrir a los trabajadores del sector con la primera y segunda dosis de la inyección.
El cuñado de Pérez dijo que la familia buscó la difusión en los medios para que la doctora tuviera los cuidados adecuados para una reacción desconocida.
«Esta difusión que se hizo fue principalmente para que mi cuñada recibiera atención pronta y que no quedara en un caso olvidado (…) El motivo principal es velar por la salud de mi cuñada, esperar que no tenga secuelas, porque es un evento nuevo que nadie ha podido determinar de qué se trata, por eso es necesario que se difunda», afirmó Palestino.
Agregó que la postura de la familia no fue para generar un rechazo a la vacuna ni a las instituciones, ya que apoyan las inmunizaciones para evitar enfermedades.
«Consideramos que las vacunas es lo mejor que puede haber para prevenir enfermedades (…) Algo que queremos dejar muy en claro, no estamos haciendo un movimiento anti vacunas, ni estamos en contra la institución que la está atendiendo ni contra el gobierno. Nosotros no tenemos ningún interés político ni económico, solo estamos preocupados y por eso nos movimos en redes», comentó.
Hasta el viernes 1 de enero, México registraba 1.437.185 casos del COVID-19, causado por el nuevo coronavirus, desde el inicio de la pandemia y 126.507 fallecidos.