COVID-19 en Bolivia: la temida segunda ola llega a Santa Cruz de la Sierra

Con la mayoría de la población relajada frente al coronavirus, el departamento de Santa Cruz de la Sierra registra un notable aumento de casos de COVID-19 en los últimos días. El Gobierno de Luis Arce trabaja para evitar que este rebrote se expanda a los demás departamentos.

Ya es oficial: en Santa Cruz de la Sierra (este) comenzó el rebrote de coronavirus. «Está claro, está contundente, está tangible que la segunda ola, el rebrote o repunte de la COVID-19 ya está en Santa Cruz. Lo veníamos diciendo con toda preocupación durante un mes antes, que sucedería, que en el mundo está sucediendo», dijo Rubén Costas, gobernador de ese departamento. El Ministerio de Salud analiza estrategias para evitar que esta nueva temporada de contagios se expanda al resto del país.

«Esta semana ha sido muy, pero muy preocupante debido al registro de casos por día. Solo la semana pasada hemos superado a todo noviembre, registrando en siete días 1.277 casos positivos. En todo el mes de noviembre habíamos llegado a 999», informó el gobernador cruceño.

En Bolivia, la primera oleada de la pandemia se desarrolló entre marzo y septiembre pasados, cuando 140.000 personas se enfermaron y más de 8.000 fallecieron, según registros del Ministerio de Salud durante el mandato de Jeanine Áñez (2019-2020).

Pero esta cifra sería mayor, porque gran parte de la población se curó en su casa, sin haber acudido a alguno de los hospitales, que de todos modos estaban colapsados durante los meses pico de la pandemia. A mediados de año se volvió habitual la penosa escena de personas fallecidas en las puertas de los centros de salud, sin que hubieran podido ingresar a recibir atención.

Con el Gobierno democrático de Luis Arce, asumido el 8 de noviembre pasado, el Movimiento Al Socialismo (MAS) tiene la posibilidad de demostrar que puede administrar efectivamente una pandemia tan nociva para las personas y las economías mundiales. En el caso de Bolivia, se calcula que este año concluirá con una contracción del 8,4% de su Producto Bruto Interno (PBI).

El Gobierno de Arce enfrenta dos desafíos: mantener sana a la población y evitar que se profundice el deterioro de la economía nacional. Por ello, varias autoridades expresaron por separado que no se retomarán las medidas de confinamiento, ampliamente desplegadas durante la presidencia de Áñez.

El Gobierno del MAS tiene a favor que llegará alguna de las vacunas en las próximas semanas o meses, para ya empezar a eliminar definitivamente al coronavirus del país.

Lo que se observa en las calles es un mayoritario desinterés por seguir las reglas esenciales para evitar el contagio (usar barbijo, mantener dos metros de distancia, lavarse las manos con frecuencia). Las reuniones sociales, tipo fiestas de fin de año, se realizan en los hogares con normalidad, con música y baile, sin que nada ni nadie lo impida. Los bares y discotecas aún no pueden abrir, pero grupos de jóvenes se reúnen tranquilamente en privado.

Asimismo, la circulación entre los nueve departamentos transcurre con normalidad, tanto por tierra como por aire, sin controles relacionados con la prevención del coronavirus. Eso sí, en las terminales de buses y aeropuertos le miden la temperatura y le echan alcohol en las manos a quienes ingresan.

Este relajamiento nacional se corresponde con las cifras de contagios diarios, que en las últimas semanas registraron un aumento preocupante. El 80% de nuevos casos se registran en Santa Cruz.

Así lo plasmó la última medición del Ministerio de Salud, del 14 de diciembre. Sobre 195 nuevos contagios, 156 correspondieron a Santa Cruz. Segundo, lejos, quedó La Paz con 11 casos. Tercero Cochabamba, con nueve. Potosí siete, Chuquisaca cinco, Tarija dos, Oruro dos, Beni dos y Pando uno.

Si el tránsito con Santa Cruz continúa sin restricciones, lo más probable es que en las próximas semanas también aumente la tasa de contagios en los demás departamentos.

Desde marzo hasta diciembre, se registraron más de 147.000 contagios de COVID-19 en todo el país. Siguen activos 11.882 casos. Fallecieron 9.024 personas.

Santa Cruz es el departamento más afectado, con 46.356 casos. Le siguen La Paz con 35.934 casos, Tarija con 16.771, Cochabamba con 14.424, Potosí con 9.648, Chuquisaca con 8.138, Beni con 7.358, Oruro con 6.280 y Pando con 2.436 contagios registrados.

Cómo contener una nueva ola

Ante la certeza de que el rebrote en Santa Cruz puede expandirse a todo el país, este 15 de diciembre se reunieron representantes del Ministerio de Salud con sindicatos de médicos y colegios de abogados, más otras instituciones agrupadas. Evaluaron en qué estado se encuentran para enfrentar un nuevo aumento de casos. Las autoridades escucharon reclamos y propusieron soluciones.

«El ministro [de Salud] Edgar Pozo ha tenido esa reunión, de la cual también participaron los colegios médicos departamentales y sus dirigentes nacionales», dijo a Sputnik una fuente del ministerio que participó de la reunión, pero prefiere mantener su identidad en reserva.

«Ha sido una reunión muy amplia, abierta, muy respetuosa. Los dirigentes de los colegios médicos pidieron que se entreguen diversos materiales que se adeudan. También reclamaron por la situación laboral de parte del personal de salud, que tiene contratos temporales y muchos ya caducaron», indicaron desde el Ministerio de Salud.

«El ministro los ha escuchado y se ha comprometido a solucionar los reclamos. Pero también se debe recordar que hace apenas un mes y una semana que este Gobierno asumió sus funciones. Por ello no se pueden solucionar todos los problemas de golpe», comentaron en el entorno de Pozo, mientras la reunión aún continuaba.

Antes de comenzar este encuentro, en la ciudad de Santa Cruz, el ministro Pozo dijo a la prensa: «Nos ha costado de gran modo ordenar la casa (en referencia al ministerio que encabeza). Ha sido un trabajo difícil, arduo, pero tenemos que ir generando certidumbre en la población y también en las regiones, que son ustedes», dijo a las y los cruceños allí presentes.

También se manifestaron los médicos en los días previos. La mayoría coincidía en la urgencia de solucionar los problemas contractuales de los especialistas que combaten a la pandemia en primera línea.

Yercin Mamani, director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Cochabamba, dijo que de la primera oleada «nos quedamos con algunas deficiencias. La primera se refiere al personal. En el caso particular de Cochabamba, los últimos contratos para la atención del COVID fenecieron en noviembre. Es decir que desde hace dos semanas (a inicios de diciembre) se replegaron  y ahora nos quedamos sin personal», dijo al diario Página Siete.

El 1º de diciembre pasado entró en vigor el decreto 4404, el cual establece que los Gobiernos departamentales, en coordinación con el Ministerio de Salud, deben regular el desarrollo de actividades económicas, culturales y sociales, siempre que se cumplan los protocolos de bioseguridad, hasta el 15 de enero de 2021. En la reunión en Santa Cruz también revisaron ese texto.

Pero volver a una reclusión como la que padeció la población boliviana entre marzo y septiembre no es una opción viable. En esto coinciden el Gobierno nacional, el gobernador cruceño Costas y también el gobernador de La Paz, Félix Patzi. Evalúan la mejor manera de proteger a la población, sin que por ello deba seguir estancada la economía boliviana.

Esperando la vacuna

Mientras se prepara ante la eventualidad de una segunda oleada, el Gobierno boliviano mantiene reuniones con las empresas productoras de la vacuna anti-COVID-19. Pero el mayor cargamento, de más de tres millones de dosis, llegará en los primeros meses de 2021, a partir del mecanismo Covax, de la Organización Mundial de la Salud, para garantizar el acceso a la vacuna a todos los países del mundo, de manera equitativa.

La viceministra de Vigilancia Epidemiológica, María René Castro, dijo en la mañana de este 15 de diciembre que llegarán al país 3.603.000 dosis. De esta manera, se espera que para principios de 2021 ya esté vacunado aproximadamente el 30% de la población boliviana, integrada por 11 millones de personas.

«Como país hemos entrado en el mecanismo Covax, que permite que los países puedan adquirir vacuna, pero de manera equitativa. En el pasado, cuando había la vacuna para la influenza, los laboratorios tenían la vacuna y los países con mayor poder adquisitivo compraban grandes cantidades de vacuna, dejando desabastecidos a los países con menor poder adquisitivo», dijo Castro al canal de TV Unitel.