Por Nancy Diaz Romero | ¿Qué implica pasar a Fase 1?

La crisis que vivimos hoy como país a raíz del coronavirus nos plantea múltiples desafíos; entre ellos, se encuentra cumplir con las normas que establece la OMS con respecto a la “Prevención del contagio del COVID-19”.

En Chile existen altas cifras de casos activos y la ciudad de Los Ángeles no es la excepción; durante las últimas semanas se ha evidenciado un aumento de nuevos casos, debido a esto el Gobierno decretó cuarentena total a partir del día sábado 12 de diciembre, retrocediendo de “Fase 2 a Fase 1”.

La Fase 1 de Cuarentena es la inicial del plan de contingencia y establece normas de máximo confinamiento a un territorio que tiene altas cifras de contagios, se establecen normas de restricción de movilidad personal, permitiendo permisos exclusivos para sólo actividades esenciales.

Por otro lado, se establece el cumplimiento de Toque de Queda desde las 00:00 horas hasta las 5:00 am. Además, considerar que se prohíbe el funcionamiento de Clubes de Adultos Mayores, cines, pubs, atención en restaurantes, la realización de actividad deportiva que requiera salir de casa, participación de eventos, reuniones sociales y recreativas, la entrada y salida a Centros SENAME y ELEAM, el traslado a residencia no habitual y a otras regiones, las clases presenciales y la realización de ceremonias (excepciones funerales).

Una de las mejores formas de reducir los riesgos de contagiarse por COVID-19 es tomar las medidas necesarias de “autocuidado”. Por ello, es muy importante cumplir con las recomendaciones que nos entrega el MINSAL, como el lavado frecuente de manos con agua y jabón, no saludar a las personas de manos, besos o abrazos, al estornudar debe realizarse con el antebrazo o en un pañuelo desechable, mantener ambientes de su hogar ventilados, mantener el distanciamiento físico de 1 metro, estar alerta a los síntomas del COVID-19 (fiebre sobre 37,8°, tos, dificultad respiratoria, entre otros) y en caso de sospecha dirigirse al centro de salud para realizar la prueba PCR, uso de mascarilla en espacios cerrados y abiertos, no compartir artículos de higiene ni de alimentación y evitar tocarse la cara, los ojos, la nariz y la boca.

Recordemos que se acercan las fiestas de fin de año y, en este sentido es necesario preferir los medios digitales para hacer sus compras. Por otro lado, mientras no exista y se masifique una vacuna, el riesgo de contraer la enfermedad no va a desaparecer; de hecho, hemos sido espectadores de que a medida que se van liberando las restricciones impuestas, aumenta el riesgo de que el virus se expanda.

Finalmente, es importante destacar que debemos educar en el autocuidado a los niños y la mejor forma de enseñar conductas preventivas es que el adulto las realice constantemente, ya que los padres son el principal modelo a seguir.


LA OPINIÓN DE LA AUTORA NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE LA RAZÓN

Por Nancy Diaz Romero Licenciada de Enfermería. Magíster en Docencia en Educación Superior. Docente Universidad de Concepción. Miembro del Colegio de Enfermeras de Chile.