Cuando Gianna Llewellyn y su novio Rob, se mudaron a un apartamento en Brooklyn, Nueva York, en el mes de agosto, no sabían que serían recibidos por una linda pareja de gatos, que se acercaron para decir “Hola”.
Mientras estaban arreglando algunos muebles en su nuevo hogar, un gato atigrado de color naranja y una gata de color negro, se acercaron a la ventana del apartamento. El par de gatos observaban todo, pero parecían hambrientos, así que Rob les dio un poco de comida y casi de inmediato se la terminaron.
Los felinos siempre caminaban juntos y empezaron a visitar el apartamento todos los días, con la intención de conseguir algo de comida y caricias.
Gianna dijo a The Dodo:
«Comenzaron a regresar todas las noches después de eso. Maullaban, esperaban en la puerta y dormían en el alféizar de la ventana».