Algunos jugos pueden ayudar al cuerpo a combatir el coronavirus de manera efectiva, asegura un nuevo estudio de un grupo de científicos alemanes que analizó el potencial de los alimentos derivados de las plantas para inactivar el SARS-CoV-2 y el virus de la gripe.
Un grupo de investigadores, liderado por los científicos del Instituto de Virología Molecular del Centro Médico de la Universidad de Ulm, reveló que el jugo de la Aronia melanocarpa, el de granada (Punica granatum) y el té verde (Camellia sinensis) actúan contra ambos virus, lo que sugiere que el enjuague bucal con estos líquidos puede reducir la carga viral en la cavidad bucal y disminuir así la transmisión del virus.
Una incubación de cinco minutos con jugo de Aronia melanocarpa, de granada o té verde disminuyó la infecciosidad, lo que indica que los productos ensayados son generalmente activos contra los virus del experimento, dice el estudio publicado en bioRxiv.
Mientras tanto, un tiempo de incubación de 20 minutos fue «solo marginalmente más potente», lo que sugiere que el efecto antiviral es de acción rápida.
Los científicos observaron que el jugo de Aronia melanocarpa fue varias veces más eficiente para inactivar los virus que otros alimentos probados.
«Una incubación de cinco minutos con jugo de Aronia melanocarpa produjo actividades antivirales más potentes e inactivó el virus de la influenza A (IAV), el SARS-CoV-2 y también el AdV5 al 99,99%, 96,98% y 93,23%, respectivamente», constatan los investigadores.
El SARS-CoV-2 también se redujo aproximadamente en un 80% por el jugo de granada y el té verde tan solo después de un minuto de incubación.
Los científicos recuerdan que el SARS-CoV-2 puede transmitirse antes de que aparezcan síntomas, lo que es particularmente traicionero. Por lo tanto, los autores del estudio recomiendan el enjuague bucal y las gárgaras con los jugos y el té probados para prevenir la propagación del virus durante la actual pandemia de COVID-19.
El uso de jugo de Aronia melanocarpa, el de granada o té verde puede ofrecer una posibilidad de reducir al mínimo la propagación de virus respiratorios, aliviar los síntomas y contribuir potencialmente a la prevención de enfermedades, concluyen los autores y agregan que se justifica una investigación clínica de los beneficios de estos alimentos.