Rusia, Armenia y Azerbaiyán firmaron un acuerdo sobre el cese de las hostilidades en Nagorno Karabaj, comunicó el presidente ruso, Vladímir Putin, en una declaración televisada.
A continuación se detallan los puntos principales de dicho acuerdo.
- Se declara el alto fuego a partir de las 00:00 hora de Moscú (GMT+3) del 10 de noviembre. Los soldados de Armenia y Azerbaiyán permanecerán en sus posiciones actuales.
- Las partes se han comprometido a realizar un intercambio de prisioneros.
- Para el 15 de noviembre Ereván tiene que devolver a Bakú el distrito de Kalbajar, y, para el 1 de diciembre de 2020, el distrito de Lachín. Se reserva así el corredor de Lachín, de cinco kilómetros de ancho, para garantizar la conexión entre Nagorno Karabaj y Armenia. Al mismo tiempo, este inciso no afecta a la ciudad de Shusha, cuya liberación declaró anteriormente Bakú. Además, para el 20 de noviembre Armenia se compromete a ceder la región de Agdam y una parte de la región de Qazaj de Azerbaiyán.
- A lo largo de la línea de contacto en Nagorno Karabaj y a lo largo del corredor de Lachín se desplegarán las fuerzas de paz rusas, formadas por 1.960 pacificadores rusos con armas ligeras, 90 transportes blindados y 380 medios técnicos.
- Las fuerzas de paz se desplegarán a la vez que se retiran los militares armenios desde varios distritos ocupados durante la guerra de 1992-1994 y permanecerán en el territorio por un período de cinco años, con posibilidad de prórrogas automáticas, si ninguna parte decide salir.
- Se creará el Centro de Paz para el Control sobre el Cese del Fuego para seguir el cumplimiento del acuerdo.
- Durante los próximos tres años se definirá el plan para la construcción de una nueva ruta a través del corredor de Lachín que comunique Stepanakert con Armenia, así como el redespliegue de las fuerzas de paz rusas para proteger esta ruta. Azerbaiyán garantizará la seguridad de las conexiones de transporte a través del corredor de Lachín.
- Los desplazados internos y refugiados deben regresar a Nagorno Karabaj y a las regiones adyacentes bajo el control de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados.
- Todas las conexiones económicas y de transporte en la región se desbloquearán, y al mismo tiempo Armenia se compromete a garantizar la conexión de transporte entre las regiones occidentales de Azerbaiyán y la República Autónoma de Najicheván. Los guardias fronterizos rusos controlarán dicha conexión. Además, se planea garantizar la construcción de nuevas comunicaciones de transporte que vinculen el territorio de Azerbaiyán y la República Autónoma de Najicheván.
El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, atribuyó el acuerdo al agotamiento de los recursos militares, y lo calificó de extremadamente doloroso. Su firma dio lugar a violentos disturbios en Ereván, donde los manifestantes irrumpieron en las sedes del Gobierno y de la Asamblea Nacional y propinaron una paliza al líder parlamentario, Ararat Mirzoián. El presidente azerí, Ilham Aliyev, declaró que este acuerdo pone fin al conflicto de Karabaj, que ha durado desde 1988.
El 27 de septiembre de 2020 en la región se agravó la situación y se produjeron varios enfrentamientos entre las fuerzas armenias y azerbaiyanas. Ambas partes se acusaron de desencadenar acciones militares. Las autoridades de Armenia han declarado la ley marcial y la movilización general en el país debido a los ataques de la artillería azerbaiyana en Nagorno Karabaj. Azerbaiyán hizo lo mismo en varias regiones e insistió en que hubo varios ataques armenios contra las posiciones de sus militares en la zona del conflicto.
La autoproclamada república de Nagorno Karabaj es la principal manzana de la discordia entre Armenia y Azerbaiyán desde 1988, cuando este territorio, de población mayoritariamente armenia, decidió separarse de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán. Bakú insistió en recuperar su integridad territorial, mientras que Ereván decidió defender su independencia bajo jurisdicción armenia.
Hasta el 10 de noviembre tuvieron lugar tres intentos de tregua que no dieron sus frutos. Turquía, miembro de la OTAN, apoya activamente a Bakú, y Armenia, a su vez, forma parte de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, hecho que agrava más la situación.