Durante siglos, nos atrevemos a afirmarlo así, este tema ha sido una fuente de fascinación para todos los hombres. La mayoría de ustedes han aprendido que si usan su pene para estimular correctamente la vagina y el clítoris de una mujer lograrán que ella alcance el clímax. Pero sabían que esto sólo es el nivel kindergarten de un hombre que se quiera convertir en un amante cotizado por ellas.
Sí, la estimulación vaginal y clitoriana a través de la penetración está muy bien. No lo negamos. Pero si sólo se centran en esas zonas, privan a la chica de poder disfrutar de la inmensa variedad de experiencias orgásmicas que podría alcanzar con sexo oral.
Para muestra de ello les pedimos tomar nota de lo que les revelaremos a continuación:
El truco del pez globo
Esta técnica poco conocida resulta por demás efectiva porque no exige mucho de ti ni de ella y el placer es brutal. Se resume en trabajar el clítoris poco a poco, estimularlo lentamente, para que sólo dé placer.
¿Pero cómo se logra esta estimulación? Aquí tu pene nada tiene que hacer, sino el sexo oral. Más bien tendrán que aprender a imitar un pez globo. Sí, un pez globo. Tus labios, tu lengua y tu saliva juegan un rol especial.
El paso a paso
Antes que nada, saboreen una menta o una pastilla Halls Negra. Ahora, deben mojar sus labios con su saliva para después acercarlos a sus labios externos vaginales, rozarlos lentamente. Como si se estuvieran besando.
Una vez que estén en esa zona, no salgan. Tomen aire ahí mismo, inflen sus mejillas como un pez globo. Y, cuando lo vayan a expulsar, háganlo despacio, muy despacio, procurando que el aire que salga de ustedes sea tibio y cálido.
La clave aquí es que cuando el aire salga de sus bocas, provoquen una ligera vibración entre sus labios y los de ella. ¿No saben a qué nos referimos? Imagínense un globo inflado y observen cómo se hace la boquilla del globo cuando poco a poco dejas salir el aire. Eso es lo que debes provocar.
Les garantizamos que ella no podrá resistir mucho, quizá unos tres o cuatro minutos, y llegará al orgasmo incluso sin que su pene entre en acción. De hecho, no cualquiera puede darle un orgasmo sin tocarla. Suerte y acción.