SANTIAGO – La Mesa formó parte de la revuelta, como uno más de los movimientos ciudadanos y feministas que demandan dignidad y una ciudadanía plena para las mujeres y disidencias sexuales, dando reconocimiento a su autonomía sexual y reproductiva.
Fuimos parte del ocho de marzo más masivo en la historia del país; dos millones de mujeres se manifestaron en las calles de la capital y miles en los territorios. Nos sumamos a la marea que abre la posibilidad de una Nueva Constitución. Nos movilizamos agrupadas con otras redes y organizaciones en la Asamblea Feminista Plurinacional, para exigir el fin a la represión y la violencia político sexual, pero el ministerio de la Mujer y Equidad de Género guarda silencio hasta el día de hoy.
Esa ausencia y preocupación de las autoridades por la vida y salud de las mujeres y personas con capacidad de gestar también se expresa en la pandemia, con falta de orientaciones y políticas oportunas. La salud sexual y reproductiva, y entre ellas el aborto legal son prestaciones esenciales, sin embargo, constatamos como las propias mujeres se organizaron, tejieron redes de apoyo, auxiliaron a las víctimas y accionaron campañas informativas en las redes sociales ante casos de violencia sexual, orientación sobre anticoncepción de emergencia, entre otros temas. Así, como Mesa Aborto hemos sido parte de la respuesta ciudadana a la crisis.
El silencio sigue ante las fallas en lotes de píldoras anticonceptivas orales Mingest y Anulette CD, las que se entregan en consultorios públicos. ¿Quién se hace responsable de las consecuencias que pueda significar esto en la vida reproductiva de mujeres y personas gestantes?, ¿qué tipo de información se ha entregado a la ciudadanía? Vemos una total inactividad ante hechos sumamente graves.
Como Mesa hemos llamado públicamente a las autoridades a brindar acceso al aborto legal a quienes hayan sido víctimas de los problemas de calidad por parte de estas empresas farmacéuticas, también sin respuesta. Esto ha cuestionado, desde un nuevo ángulo, qué tan «deseada» es realmente la maternidad en nuestro país y re-instalado la necesidad de avanzar hacia el reconcomiendo del derecho al aborto, así como garantizar los derechos sexuales y reproductivos de todas, todes y todos desde las bases institucionales de la sociedad.
En el contexto del plebiscito de entrada este 25 de octubre, aportamos con acción comunicacional #NoMásMuñecas, para hacer conciencia sobre la necesidad de Aprobar marcando la opción Convención Constitucional, con el fin de asegurar que en el organismo constituyente participen mujeres que impulsen la necesidad de garantizar los derechos sexuales y reproductivos, entre otros temas con clave feminista en la redacción de una nueva Constitución para Chile.
Estamos frente a una oportunidad histórica. Por primera vez una Carta Fundamental podría ser escrita por un organismo paritario que escuche la voz de las mujeres y disidencias sexuales. Sabemos que este 18 y 25 de octubre son fechas claves para el país, porque sólo una Constitución legítima, participativa y representativa nos permitirá terminar con la desprotección del Estado y avanzar hacia la dignidad que la movilización popular y feminista exigió en las calles hace ya un año.