SANTIAGO – Ante un eventual retorno a las aulas de las y los escolares del país, académicos del Departamento de Atención Primaria y Salud Familiar de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, analizaron qué factores considerar para este nuevo paso, junto a la comunidad de la comuna de Pedro Aguirre Cerda. En un conversatorio, ahondaron en cómo no basta solo con tener en consideración las variables de salud, sino que también las sociales, para una respuesta comunitaria integral que no deje de lado el ámbito emocional y la salud mental de los niños, niñas y adolescentes.
Desde que se anunció el retorno progresivo a clases de estudiantes en la Región Metropolitana por parte del Ministerio de Educación, diversas comunidades educativas han buscado prepararse de la mejor forma para recibir nuevamente y de forma eventual a sus alumnos. En este contexto es que parte del equipo del Departamento de Atención Primaria y Salud Familiar de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, participó en una jornada en conjunto con profesionales de la salud organizado por el Centro Comunitario de Salud Mental de Pedro Aguirre Cerda, para conversar acerca del abordaje emocional y de salud familiar integral para niños, niñas y adolescentes de la comuna en el contexto de la pandemia por Covid-19 y las clases.
Durante la pandemia, los profesionales de la educación de dicha comuna han ideado numerosas formas de poder desarrollar trabajo educativo con sus estudiantes, como por ejemplo a través de clases en línea. Sin embargo, no ha sido fácil por los problemas de accesibilidad a dispositivos y conexión a internet en algunos de sus hogares. A estas medidas se suman las respuestas comunitarias a la pandemia debido a la cesantía y la falta de alimentación.
Participación comunitaria en el retorno a clases
Desde la llegada de la pandemia al país, el Departamento de APSF ha estado desarrollando diversas estrategias en conjunto con las comunidades para fomentar la promoción de la salud y la prevención de enfermedades que puedan estar asociadas al confinamiento y las cuarentenas en la ciudad, como es el caso de síntomas emocionales presentes en la población y que en niños, niñas y adolescentes están asociados al miedo de ser vectores de contagio que podría enfermar a las personas mayores de las familias.
Ante estos antecedentes, la psicóloga y académica del Departamento APSF, María Ester González, enfatizó en que el retorno a clases debe garantizar condiciones mínimas de seguridad y debe ser trabajado con la comunidad. “Lo relevante aquí es poder darle lugar a la comunidad, a las personas, a las redes y a las instituciones para poder reorganizarse sin perder de vista a los niños, niñas y adolecentes, tendiendo puentes para poder transitar estos nuevos recorridos. Porque no es llegar y decir que los niños deben volver, porque la construcción de ese niño, niña, adolescente como sujeto sano e integral, está en juego”, señaló.
En concordancia a lo mencionado por la académica, la Alianza para la Protección de la niñez y la adolescencia en la acción humanitaria en conjunto con la Red interagencial para la educación en situaciones de emergencia, elaboraron en julio de este año una guía técnica sobre el impacto que tendría en los menores la reapertura de las escuelas. Entre sus consideraciones clave señala que es importante poner a niños, niñas y adolescentes en el centro de la toma de decisiones educativas para responder ante el Covid-19. Además, indica que es importante considerar una visión intersectorial entre educación y salud, comparar los riesgos que supone el centro educativo y priorizar los intereses de los menores.
Con respecto a la inclusión de los menores en las tomas de decisiones, para el académico del Departamento APSF, Dr. Carlos Güida, es fundamental que puedan ser participes con respecto a un eventual retorno a clases, ya que actualmente sólo se ha abordado desde autoridades y expertos, pero sin conocer que es lo que quieren los niños, niñas y adolescentes. «Es una cuestión hasta de disputa política de que se abren los liceos y escuelas o no, se posicionan desde una postura adultocéntrica y nadie le pregunta a los niños si quieren o no volver a clases, porque seguimos con la concepción de niño-objeto. Tenemos una oportunidad de trabajar de una manera distinta, si te cambian la realidad no puedes seguir con las mismas herramientas como si no hubiera cambiado nada”, señaló
Desde la comunidad, la psicóloga y directora del Centro comunitario de Salud Mental (Cosam) de Pedro Aguirre Cerda, Nancy Villar, indicó que este conversatorio se desarrolló con la finalidad de generar una instancia que pudiera abordar los aportes que puede realizar el sector salud en las estrategias emocionales para los menores de la comuna. “Hemos estado realizando este tipo de acciones preventivas, promocionales y de participación con la idea de generar una integración, además de fortalecer el apoyo y la facilitación desde la salud hacia las comunidades en esta pandemia”, señaló la psicóloga.
Por Matías Marín – Departamento de Atención Primaria y Salud Familiar / U. de Chile.