Las vicisitudes que no calculó el Frente Amplio de Chile

Cuando se fundó el bloque de izquierda Frente Amplio de Chile en 2017, tenía tantos partidos y movimientos políticos que no era tarea sencilla recordarlos todos. Incluso, en un momento llegaron a cohabitar 14 agrupaciones en el mismo conglomerado.

La buena noticia, para los que tienen menor capacidad para recordar nombres, es que hoy el Frente Amplio sólo tiene 6 partidos. La mala, para los que integran el bloque, es que esto se debe a masivas renuncias de militantes decepcionados por la evolución del pacto.

«El Frente Amplio prometió renovación de la política, pero lo que hace es repetir lo peor de la vieja política, negociando a espaldas de la ciudadanía», criticó en entrevista con radio Duna el presidente del Partido Demócrata Cristiano (centroizquierda), Fuad Chaín.

«Se convirtieron en aquello que juraron destruir», escribió un tuitero anónimo con más ingenio que el democratacristiano, parafraseando al mítico maestro jedi Obi-Wan Kenobi, de Star Wars.

Esto porque, desde su creación hasta la actualidad, el Frente Amplio de Chile ha sufrido una serie de episodios considerados «erráticos», tanto por analistas como por ellos mismos, generando un clima de desilusión en una parte de los que se plegaron a la iniciativa en un comienzo.

El estallido social y los traspiés

El Frente Amplio es una coalición de fuerzas políticas de izquierda principalmente formada por jóvenes, cuyo origen radica en el movimiento estudiantil de 2011. El bloque partió con éxito en 2017. Ese mismo año, contra de todo pronóstico, ganaron 21 cupos parlamentarios y su candidata presidencial, la periodista Beatriz Sánchez, obtuvo 1,3 millones de votos.

Miles de jóvenes chilenos atendieron al llamado del Frente Amplio que prometió renovar la vieja política y acabar con las malas prácticas del Congreso. Esto, hasta el 15 de noviembre de 2019.Cuando las multitudinarias manifestaciones ciudadanas denominadas «Estallido social» tenían al presidente Sebastián Piñera entre las cuerdas, con una aprobación mínima histórica de sólo 6% y con miles de protestantes pidiendo la renuncia del mandatario en las calles, el Frente Amplio lideró un proceso llamado «Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución».

Este pacto, que inició el actual proceso constituyente que atraviesa Chile, buscó descongestionar la rabia ciudadana y canalizarla a través de las urnas. Muchos militantes del Frente Amplio no perdonaron esto, y culparon a sus líderes de pactar entre cuatro paredes para salvar a Piñera.

Esto generó un éxodo en el bloque. El Partido Humanista, el Partido Ecologista Verde, el Partido Igualdad, el Partido Izquierda Libertaria y una gran parte del partido Convergencia Social se salió del conglomerado. «El Frente Amplio ya no es lo que era antes», dijo con pesar Jorge Sharp, uno de los líderes emblemáticos que renunció al bloque.

El segundo episodio complejo fue el 4 de diciembre de 2019. Ese día se votó en el Congreso una ley impulsada por Piñera que castigaba penalmente a todo aquel que pusiera elementos contundentes en las vías durante una protesta, denominada «Ley Antibarricadas». Expertos y líderes sociales advirtieron que esta iniciativa buscaba criminalizar a la gente que protestaba legítimamente.A excepción de 3 diputados, todos los demás parlamentarios del Frente Amplio votaron a favor de la que hoy es una ley de la República.

Posteriormente, los principales líderes del bloque manifestaron su arrepentimiento. «Podríamos haberlo hecho diferente», dijo el diputado Gabriel Boric. No obstante, este es un karma que aún le recuerdan los usuarios de las redes sociales al bloque.

Primarias

El último episodio ocurrió hace dos semanas, cuando el Frente Amplio emitió un comunicado declarando que no estaban disponibles a ir a un proceso de primarias abiertas con los demás partidos de la centroizquierda para escoger a los próximos candidatos a alcaldes y gobernadores. Pero señalaron que sí podían negociar «por omisión», es decir, en una oficina. Sin votaciones populares.

Esto generó un rechazo transversal en todas las fuerzas de la centroizquierda, acusando que la práctica de las primarias por omisión es parte de la vieja política que ellos mismos rechazan. Tanto fueron las críticas, que un día después el Frente Amplio echó pie atrás y decidió primarias abiertas.Pero el daño ya estaba hecho, y finalmente no pudieron inscribir sus candidatos en conjunto como sí lo hicieron las demás fuerzas de la centroizquierda.

«Un grupo que llega con la promesa de renovar la política y de oxigenarla, sugiere pactos por omisión, que es la forma más ordinaria y antidemocrática de la vieja cocina política en Chile», afirmó Daniel Matamala, uno de los panelistas del prestigioso programa político de televisión Tolerancia Cero.

Durante la emisión de ese mismo programa, fue invitado el diputado del bloque, Giorgio Jackson, quien se defendió ante la crítica. «El Frente Amplio sufre el dilema de Schrödinger: si hacemos primarias con la vieja política, somos traidores. Si no hacemos primarias con la vieja política, somos traidores», afirmó.


Por Francisco Bravo Atias – Corresponsal en Chile de Sputnik desde 2017. Anteriormente trabajó en los diarios La Segunda y El Mercurio. Graduado de periodismo de la Universidad Diego Portales de Chile.