SANTIAGO – El sistema de salud chileno, así como el del resto de los países latinoamericanos tienen grandes debilidades en cuanto a financiamiento, a la segmentación que provocan como a la fragmentación de los mismos, lo que consecuentemente impone barreras para su acceso de calidad.
En este año todos estos atributos, en nuestro país han quedado mucho más en evidencia con la pandemia por Covid -19 y una de las consecuencias más preocupantes es que la salud del personal sanitario está ya afectada por este motivo, acompañado esto con las precarias condiciones laborales de gran parte del personal, ha movido a la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermeras y Enfermeros de Chile (FENASENF) a mostrar estas inquietudes al senador José Miguel Insulza.
Concretamente manifestaron al parlamentario que el personal sanitario ha experimentado en un 70% de los casos un aumento de su jornada de trabajo como también, en estos últimos seis meses aproximadamente un 55% del personal ha tomado entre una a tres licencias médicas.
Estos datos los arroja un estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad Católica de Valparaíso, el cuál motivó un sondeo de opinión en el área, concluyendo que, el personal presenta un desgaste físico y mental, lo que es un peligro frente a un posible rebrote, por lo que la situación está al límite de volverse catastrófica.
Los dirigentes de FENASENF expusieron respecto a la falta de infraestructura, la que no da cuenta de la real necesidad de atención de los pacientes, los que no son de resolución rápida, sino que compleja, por lo que se requiere más tecnología. Aducen además a que dada la responsabilidad que les encomienda la Ley de ser garantes de los derechos de los pacientes, no tienen el piso ni la dotación adecuada para asumir la responsabilidad ni para entregar estos cuidados en una condición digna y segura.
En el caso de Arica y Parinacota, la UCI del único hospital de la región, contaba originalmente con seis camas, al mismo tiempo han tenido que reconvertir camas por la pandemia como también la contratación de más enfermeros bajo la modalidad de prestación de servicios o a honorarios.
Para el senador por Arica y Parinacota, José Miguel Insulza, «el personal de salud como en particular las enfermeras y los enfermeros tienen problemas tanto en su contratación como en su descanso, hay que preocuparse por su salud mental; sin embargo, se les pide prorrogar sus vacaciones para el próximo año y si no la postergan las pierden, y lo que piden claramente es que ellos sean los que decidan cuándo se toman estas semanas».
«Si las cosas están funcionando bien en el hospital es gracias a que están aguantando, pero la pregunta es hasta cuándo, en cualquier momento se puede quebrar si no hay suficiente personal de servicio, si no se le da descanso al personal de salud, si no se regula bien el esfuerzo que están haciendo», manifestó el parlamentario.
Por otra parte, para el legislador socialista, «parece justo el poder impulsar por vía de un proyecto de acuerdo, el que los funcionarios puedan disponer de un descanso consistente en 14 días compensatorios, el que debe ser con goce de sus remuneraciones y compatible sus vacaciones; los trabajadores de la salud se lo merecen ante el presentismo que han demostrado tener y a pesar de las condiciones que trabajan», finalizó.