SANTIAGO — La imagen exterior de Chile se resintió tras las masivas manifestaciones ciudadanas que se registraron durante el estallido social el año pasado y a comienzos de 2020, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand.
«Objetivamente hablando, se resintió nuestra imagen tras el estallido social, basta revisar lo que fueron las coberturas y hechos que contribuyeron a eso», afirmó Allamand durante su exposición en un seminario organizado por el Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica de Chile.
El canciller recordó que las protestas del denominado «estallido» obligaron a Chile a cancelar las cumbres del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25) que iban a realizarse en Santiago el año pasado, y aseguró que esto no fue un golpe menor para la imagen del país.
En la instancia, Allamand explicó que la Cancillería está trabajando actualmente en la construcción de una narrativa para explicarle al mundo por qué se produjeron las protestas, con el fin dar a entender que Chile no es un país inestable políticamente.
«Lo primero que hay que hacer es contextualizar bien los sucesos del año pasado, insistiendo en que Chile en los últimos 30 años ha tenido una trayectoria de éxito, progreso y avances, y no de fracasos ni estancamiento», dijo.
El ministro aseguró que «además se debe recordar que el año pasado tuvo lugar un aumento de protestas sociales en todo el mundo, que lo que sucedió en Chile no fue aislado y que responde a una ola general».
«Por último, se debe insistir en que los países exitosos no son inmunes a estos actos de protesta, como por ejemplo lo fue la Primavera Árabe (2010-2012)», afirmó.
Chile atravesó una profunda crisis social desde octubre de 2019 hasta marzo de 2020 con una ola de manifestaciones ciudadanas bautizada como estallido social.
Los chilenos salieron a las calles para pedir cambios en el sistema económico liberal, disminuir el precio de los servicios básicos, hacer cambios en el sistema político, pedir una nueva constitución y rechazar la gestión del presidente Sebastián Piñera.
Unas 3.400 personas fueron heridas durante las protestas reprimidas por la policía, más de 8.000 fueron arrestadas y 34 fallecieron en distintas circunstancias durante manifestaciones, según cifras del Instituto Nacional de Derechos Humanos.