El exparamilitar Salvatore Mancuso, quien afronta un proceso de deportación desde EEUU a Colombia, señaló al exvicepresidente y actual embajador en Washington, Francisco Santos, de haber sido una persona muy cercana a las Autodefensas Unidas de Colombia junto con otros políticos de la corriente liderada por el exmandatario Álvaro Uribe.
«Como venganza criminal y para callarme fui extraditado [por narcotráfico a EEUU en 2008], debido a que relaté cómo colaboradores, funcionarios cercanos al gobierno del presidente Álvaro Uribe [2002-2010], como Francisco Santos (…) fueron personas muy cercanas con las AUC [Autodefensas Unidas de Colombia]», dijo Mancuso en una carta que le envió al excongresista, exmninistro y facilitador de paz Álvaro Leyva Durán, quien este 7 de septiembre la divulgó ante la prensa.
En la misiva, con fecha del 3 de septiembre y escrita desde la cárcel de inmigración de Irwin, en Georgia (EEUU), Mancuso también nombró como cercanos a la AUC al expolítico y exempresario Pedro Juan Moreno, fallecido en 2006, y al exsubdirector del hoy extinto Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) José Miguel Narváez, a quien señaló como responsable en el asesinato del abogado y periodista Jaime Garzón, en 1999.
El exparamilitar mencionó a esas personas tras argumentar también que su extradición a EEUU por delitos relacionados con narcotráfico se dio luego de que denunció «el rearme de algunos desmovilizados» y confesó que «el 35% de miembros del Congreso eran personas apoyadas por las AUC», por lo que fue tildado de loco.
«Cuando conté acerca de la parapolítica [vínculos de políticos con paramilitares] la negaron, revelé que yo era la prueba viviente de lo que en ese entonces denominé paramilitarismo de Estado (…) y me trataron de iluso», agregó Mancuso.
Además, denunció haber sido objeto de «torturas, amenazas [y] persecución judicial a través de montajes» para intimidarlo, por lo que confía ser deportado a Italia y no a Colombia.
En ese sentido explicó que su solicitud para ser deportado al país europeo, del cual tiene ciudadanía, no es una estrategia para ocultar la verdad, sino «la búsqueda de garantías necesarias» para proteger su vida y la de su familia.
Dispuesto a comparecer
Mancuso, de 56 años y quien fue uno de los máximos líderes de las AUC, dijo que acepta comparecer ante la Comisión de la Verdad (creada en el marco de los diálogos de paz de La Habana) para contar lo que sabe sobre los intervinientes y patrocinadores del proyecto paramilitar que dejó miles de muertos durante el conflicto armado.
«Estoy dispuesto a comparecer ante la Comisión de la Verdad (…), mi compromiso de verdad, reparación y no repetición, les prometí que no les voy a fallar y no lo haré, la verdad no puede seguir sirviendo para beneficiar a intereses oscuros», escribió el exparamilitar en la carta.
Sin embargo, sostuvo que espera poder hacerlo de manera virtual desde Italia y no en Colombia.
La misiva fue enviada a Leyva por Mancuso en el marco de la comunicación que ambos sostienen desde hace algunas semanas, cuando el político coordinó un encuentro virtual entre el exparamilitar y su antiguo enemigo en armas el exguerrillero de las FARC y hoy máximo líder del partido de izquierda surgido de la desmovilización del grupo rebelde, Rodrigo Londoño, alias Timochenko.
Ese encuentro, del cual Leyva informó el pasado 30 de julio, permitió establecer un diálogo en el que ambos relataron aspectos del conflicto armado con el fin de que las víctimas conozcan la verdad y tengan garantías de no repetición.
Mancuso esperaba ser deportado a Italia antes del 4 de septiembre, luego de que su defensa hizo ese pedido a la justicia de EEUU tras argumentar que el exparamilitar cumplió su pena en julio pasado y completa más de 150 días retenido en una cárcel de migración, lo que viola el plazo de 90 días que establece la ley para su deportación.
Colombia, por su parte, ha radicado cuatro pedidos de extradición ante la justicia estadounidense, pero la mayoría de ellos con errores, lo que ha dificultado el proceso.
El 2 de septiembre, el juez federal Richard J. León, quien lleva en Washington el caso de deportación del exparamilitar colombo-italiano, concedió dos semanas a la defensa para que presente los recursos necesarios que permitan impedir su envío al país sudamericano tras una orden de la administración de Donald Trump.
El Gobierno colombiano confía que Mancuso sea arrestado cuando llegue al país para que cumpla dos sentencias proferidas el 20 de noviembre y el 31 de octubre de 2014, las cuales fueron confirmadas por la Corte Suprema de Justicia y en las que se le condena por la comisión de crímenes cometidos durante el conflicto armado.
Sobre Mancuso también pesan tres circulares rojas de Interpol, las cuales fueron impulsadas en los últimos días por el Colombia, a fin de que sea detenido y extraditado a este país en caso de que EEUU decidiera deportarlo a Italia.